Yamena, 15 may (EFE).- Un total de 35 personas murieron y seis resultaron heridas este miércoles en Chad en un "violento enfrentamiento" ocurrido en la aldea de Mandakao, situada en la provincia de Logone Occidental (suroeste), informó este jueves el Gobierno.
"Este trágico enfrentamiento se saldó con la muerte de treinta y cinco personas y seis heridos. Las Fuerzas de Defensa y Seguridad intervinieron con rapidez y lograron controlar la situación", afirmó el portavoz del Ejecutivo, Gassim Sherif Mahamat.
Mahamat no aclaró la naturaleza de esa violencia, aunque la zona sufre a menudo choques entre agricultores y pastores.
A tal efecto, una delegación gubernamental se desplazó a Mandakao para evaluar "la magnitud del drama y brindar el apoyo necesario a las personas afectadas".
El Gobierno expresó sus "más sinceras condolencias a las familias de las víctimas", así como su "compasión por los heridos" y les aseguró su "pleno apoyo".
Además, el Ejecutivo condenó "con la mayor firmeza estos actos de barbarie" y aseguró que se están tomando todas las medidas necesarias para "identificar, rastrear y llevar ante la justicia a los autores y cómplices".
Así, el Gobierno exigió "la detención y la rendición de cuentas de todos, en un espíritu de paz y unidad nacional".
En otro suceso distinto, al menos 19 personas murieron entre el miércoles y el jueves en enfrentamientos entre agricultores y pastores en departamento de Lac Iro, en la provincia austral de Moyen-Chari, informaron a EFE este jueves la Policía y residentes locales.
Chad es uno de los mayores productores de ganado de África, pero el método es tradicional, extensivo, caracterizado por la movilidad de los animales en busca de puntos de agua y pastos.
Estos recursos disminuyen en cantidad y calidad debido a los efectos de la crisis climática, entre otros factores.
La fuerte presión sobre los recursos ha deteriorado las relaciones entre pastores musulmanes nómadas y agricultores nativos sedentarios, en su mayoría cristianos o animistas, con choques frecuentes en el sur del país y en otras zonas fértiles de su territorio.
Los campesinos acusan a los pastores de saquear sus campos haciendo pastar a sus animales o, incluso, de asentarse en tierras que consideran suyas. EFE