André Ventura, el ultra de los mil oficios

André Ventura enfrenta un desafío clave en las elecciones del 18 de mayo, buscando reafirmar el apoyo de su partido Chega tras su histórico éxito parlamentar en Portugal

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Laia Mataix Gómez

Lisboa, 15 may (EFE).- André Ventura, líder del partido de ultraderechista portugués Chega, es un hombre de mil oficios, pasó por el seminario, fue escritor de 'best sellers' y se hizo conocido como comentarista deportivo, pero en las elecciones del 18 de mayo enfrenta uno de sus mayores desafíos, demostrar que su receta de extrema derecha no es un episodio pasajero en Portugal.

En los comicios legislativos del año pasado, Ventura y Chega lograron algo inédito en medio siglo de democracia en Portugal, 50 diputados (de los 230 que hay) en el Parlamento, y ahora intentan revalidar e incluso ampliar este triunfo.

Ventura inició su carrera política en 2017 como cabeza de lista local del conservador Partido Social Demócrata (PSD) en Loures, en la periferia de Lisboa, donde encontró lo que se convertiría en la piedra angular de su estrategia: un discurso xenófobo y provocador contra la comunidad gitana.

El periodista y escritor Vítor Matos, autor del libro 'Na cabeça de Ventura', apuntó en una entrevista telefónica con EFE que Ventura logró seducir a un sector de los abstencionistas, votantes que "estaban cansados y hartos del sistema" y que lo vieron como la figura que se atreve a decir lo que otros no dicen.

Precisamente es ese aspecto el que resalta uno de sus admiradores, Francisco, de 19 años, que afirmó en declaraciones a EFE que este político "cuando habla ante los micrófonos, saca a la luz lo que nadie más muestra".

El joven, que reside en Albufeira, en la región del Algarve, bastión de la ultraderecha, aseguró que Ventura no miente como otros, porque "sabe decir la verdad, no tiene miedo a ser juzgado por nadie".

Matos cree que "no es casualidad" que el perfil del votante de ultraderecha en el país sea el de hombre joven y con baja cualificación, y no duda en la palabra que mejor define a Ventura: "oportunista".

El periodista, que ha seguido al político durante años, apuntó tres fases en la carrera profesional que lo han llevado a liderar la extrema derecha en Portugal: éxito, fama y poder.

El éxito trató de buscarlo en el seminario y la universidad, de la que se graduó como abogado e incluso ejerció como profesor; la fama le llegó cuando empezó como comentarista político en la televisión, antes de pasar -no sin reticencia porque lo consideraba perjudicial para él- a comentar los partidos del Benfica.

Pero ninguno le sirvió y buscó el poder, que acabó encontrando en la política. No solo en el Parlamento portugués, sino que estuvo interesado en presentarse a las elecciones presidenciales de enero de 2026, algo que finalmente no ha hecho por la convocatoria de legislativas anticipadas.

Su salto de la política local a la nacional no fue inmediato, pero comenzó cuando, por primera vez, utilizó una técnica habitual en otros líderes de extrema derecha: relacionar la inseguridad con los inmigrantes o comunidades gitanas, sin mostrar nunca las cifras que respaldan estas afirmaciones.

En algunos sentidos, Ventura es un alumno ejemplar de la ultraderecha mundial, con campañas personalistas que acompañan a un partido creado a su imagen y semejanza, así como un intenso uso de redes sociales para propagar desinformación y 'fake news'.

En un país como Portugal, donde los políticos e instituciones hacen un uso muy limitado de sus cuentas en redes sociales, Ventura tiene vía libre en estos espacios. De hecho, señaló Matos, tiene más seguidores "que todos los demás juntos".

Pero también tiene sus particularidades, una de ellas que su conservadurismo es diferente del de Vox y su líder Santiago Abascal en España, en opinión de Matos, por ejemplo, Ventura está en contra de derogar la ley del aborto.

"Él es más moderado que otros líderes europeos" de ultraderecha, dijo Matos, quien recalcó que "aunque en la forma es muy exuberante, en el contenido no va tan lejos, entre otras cosas, porque no hay suficientes votantes en Portugal para ir tan lejos".

También difiere en algunas posturas internacionales, como que no se alinea por completo con el presidente estadounidense, Donald Trump, o se ha mostrado ambiguo con la condena a Marie Le Pen en Francia. EFE