Los socialistas de Portugal buscan el centro para ganar las elecciones

El Partido Socialista en Portugal enfrenta dificultades ante la ascendente alianza de centroderecha, marcada por cambios internos y el desafío de reconectar con el electorado juvenil y moderado

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Lisboa, 14 may (EFE).- El Partido Socialista (PS) de Portugal, liderado por Pedro Nuno Santos, se enfrenta a las elecciones del domingo, con las encuestas dando ventaja a la alianza de centroderecha del primer ministro en funciones, Luís Montenegro, con una campaña centrada en la calle y en busca de posiciones centristas.

Para el cofundador del PS portugués António Campos, exministro de Sanidad, es "muy difícil" que triunfe en los comicios debido a la transformación del partido en los últimos "ocho o nueve años" por haber perdido el espacio de centro y haber quedado "muy aislado en la izquierda".

En paralelo, la extrema derecha ha surgido y crecido, "por lo que es muy difícil ganar ahora, no hay estabilidad política en Portugal", sentenció en declaraciones a EFE.

El exsecretario de Estado Vítor Ramalho, asesor del expresidente luso y cofundador del PS, el fallecido Mário Soares, tiene esperanza de una victoria de Santos, pese a tenerlo difícil.

En una entrevista con EFE, recordó que el Gobierno actual del primer ministro Luís Montenegro (centroderecha), que se presenta a la reelección, ha subido los salarios para un vasto conjunto de funcionarios públicos, así como las pensiones, lo que puede influenciar el voto.

No obstante, Ramalho es optimista por la buena impresión que le ha causado el candidato socialista durante los debates electorales.

Santos se enfrentó al reto de asumir el liderazgo del PS tras la dimisión en noviembre de 2023 del ex primer ministro António Costa, que era también secretario general del partido, por presuntas irregularidades.

Desde entonces, Santos, que fue ministro de Infraestructuras de Costa (2019–2023), ha cambiado la cúpula del PS.

"Ha privilegiado a los jóvenes como él, personas entre los 40 y los 50 y pocos, y contado con algunos jóvenes que fueron miembros del Gobierno de António Costa, pero también con gente que nunca lo fue, e incluso con posturas críticas", apuntó Ramalho.

Desde el punto de vista estratégico, Santos entendió que, pese a estar la derecha en el poder, debía mantener los principios del PS, proteger la estabilidad y viabilizar los presupuestos del Estado, presentados por Montenegro, para no provocar la caída del nuevo Gobierno.

Además, no apoyó las mociones de censura contra el Ejecutivo por la empresa familiar del primer ministro, presentadas por la ultraderecha y los comunistas, para que no se le acusase de provocar inestabilidad.

Aun así, como puntualizó Ramalho, con la moción de confianza lanzada por Montenegro y que perdió en marzo, lo que provocó la caída de su gabinete, fue más complicado para el PS de Santos mantener esa coherencia, ya que "una cosa es dar la confianza al Gobierno y otra cosa es, por razones de estabilidad del país, no aceptar votar a favor de mociones para la dimisión del Ejecutivo".

Para Campos, apenas hay diferencia entre el PS de Costa y el de Santos, y culpó al ex primer ministro, ahora presidente del Consejo Europeo, del avance de la ultraderecha por haberse aliado con los partidos a la izquierda de los socialistas para formar su primer Gobierno en 2015, un pacto que fue negociado por Santos.

"Nuestra gran preocupación fue consolidar la democracia, pero después vino una generación, la de Costa, que ya no pensaba en eso, sino solo en el poder", lamentó Campos.

Pese a que Costa ganó las elecciones de 2022 con mayoría absoluta, Ramalho subrayó que dos años después, tras su dimisión, el partido ultraderechista Chega pasó de 12 a 50 escaños en el Parlamento, mientras que los partidos más a la izquierda, como los comunistas o el Bloco de Esquerda, retrocedieron.

"Hasta António Costa, el Partido Socialista era un partido que se colocó siempre en el centro del diálogo con todos, tanto de derecha como de izquierda", señaló Ramalho.

Campos tiene claro que el camino a seguir por el PS y Santos para ganar elecciones es apostar por los jóvenes y desarrollar un proyecto de desarrollo nacional vinculado a las tecnologías y el conocimiento "para poder tener salarios decentes y evitar la fuga de cerebros", ya que, indicó, "el 35 % de los jóvenes emigran" en busca de una vida mejor.

Todo ello para "modernizar el sector productivo nacional", algo en lo que tanto el PS como los otros partidos están fracasando, avisó. EFE

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