Carlota Ciudad
Albufeira (Portugal), 14 may (EFE).- El voto de protesta podría volver a impulsar al partido ultraderechista Chega en Portugal en las elecciones del próximo domingo, como lo hizo en las legislativas de 2024, aunque en menor medida por los escándalos que han salpicado a diputados de esta fuerza, vinculada con la española Vox.
Las últimas encuestas muestran que Chega, que hace un año obtuvo 50 diputados tras registrar un crecimiento exponencial, mantendría el tercer puesto en el Parlamento con unos resultados similares a los de marzo de 2024, cuando obtuvo el 18 % de los sufragios, reflejando incluso una leve caída de hasta dos puntos porcentuales.
El bastión de la ultraderecha lusa se localiza en el Algarve, en el sur de Portugal, donde el año pasado logró la mayor cantidad de votos y ganó su primer distrito en el país, Faro.
En dicho distrito se encuentra Albufeira, donde Chega acabó por delante del resto de partidos en las legislativas con el 32,61 % de los votos tras años de "abandono" del Gobierno del socialista António Costa (2015-2024), dijo a EFE su alcalde, el conservador José Carlos Rolo, del gobernante Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha).
En su opinión, el Ejecutivo socialista no solucionó una serie de problemas en el Algarve con una necesidad "imperiosa" de ser resueltos, como la gestión del agua, la falta de un hospital central o la escasa oferta de transporte público, lo que provocó el voto de protesta, consideró Rolo.
Aun así, confía en que tras un año con su partido en el Gobierno central "ni de lejos ocurrirá lo mismo" y Chega "bajará mucho".
Más comedido es el presidente de la Junta Municipal de Distrito de Guia, en Albufeira, el socialista Dinis Nascimento, quien auguró en declaraciones a EFE que Chega seguirá siendo "relevante", aunque baje su apoyo después de quedar patente que es un partido "populista".
Chega y su líder, André Ventura, han enarbolado la bandera de la lucha contra la corrupción, pero en los últimos meses esta fuerza se ha visto salpicada por escándalos de robos de maletas, prostitución de menores y agresiones por parte de sus parlamentarios.
El resto de partidos ha optado por hacerles el vacío y no pactar con ellos, reduciendo el impacto de sus 50 escaños en el Parlamento.
Tampoco le ayuda que su discurso antiinmigración, similar al de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, haya calado en las propuestas electorales de otras formaciones políticas, lo que les puede hacer perder poder de persuasión.
Natércia Esteves, trabajadora en una tienda de ropa en Albufeira y que votó por Chega en 2024, explicó a EFE que eligió a la ultraderecha porque la mayoría de los Gobiernos en el pasado se han centrado en la gestión de Lisboa y Oporto, y se han "olvidado" del sur.
Chega "fue el que recibió más votos de aquí y probablemente es el que se va a llevar más votos en esta región", añadió Esteves, quien respaldó en 2024 a esta formación porque en el Algarve están "sobresaturados" de inmigración.
Aseguró, sin pruebas, que los inmigrantes "no trabajan" y reciben ayudas de fondos que están destinados a las pensiones: "Llegamos a la jubilación, yo estoy próxima ya y hay otras de mi edad, y no vamos a tener nada porque los inmigrantes nos están chupando", añadió esta comerciante de 56 años.
Aun así, en las elecciones del domingo cambiará el sentido de su voto, sin querer revelar por quién se decantará, tras las polémicas que han afectado a Chega.
Carlos Miranda, de 51 años, es taxista en Albufeira y votante convencido de Chega, porque le gusta cómo hace oposición en el Parlamento luso a las dos fuerzas que históricamente han gobernado Portugal en democracia, los socialistas y el PSD, del primer ministro en funciones, Luís Montenegro.
Miranda aseveró que Chega dice lo que "todos" los portugueses piensan, aunque matizó que él vota por esta formación no porque quiera que gobierne, sino para que pueda hacer oposición, dado que todavía es "un partido muy nuevo que no tiene personas capaces". EFE
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