Pulsar dos veces en esta esquina del datáfono (TPV) activa una función que pocos conocen: cambia cómo se paga

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En miles de comercios de toda España, hay un gesto discreto que muy pocos clientes conocen: tocar dos veces en la esquina inferior izquierda del datáfono (TPV) justo antes de pagar. A simple vista, no parece que eso provoque ningún cambio. Sin embargo, esa doble pulsación activa una función que está transformando, de forma silenciosa, la manera en la que muchas personas realizan sus pagos.

Lo que ocurre después no está pensado para quienes ven con normalidad. Se trata de una herramienta diseñada para quienes no pueden leer la pantalla ni teclear su PIN sin ayuda. La función se llama Modo Accesible, y se incorporó a los datáfonos táctiles de nueva generación a finales de 2023, gracias a una iniciativa conjunta de CaixaBank y la ONCE.

¿CÓMO FUNCIONA EL BOTÓN DE LA ESQUINA INFERIOR IZQUIERDA DE LOS TPV?

El sistema se activa pulsando dos veces sobre el área situada en la esquina inferior izquierda de la pantalla del datáfono, en los modelos que ya no cuentan con botones físicos. Al hacerlo, una locución en voz alta informa del importe de la compra y guía paso a paso el proceso de pago. Si es necesario introducir el PIN, también se indica mediante instrucciones de voz cómo hacerlo de forma segura.

Ese pequeño gesto abre la puerta a la autonomía en un momento tan cotidiano -y tan sensible- como pagar. Durante años, muchas personas con discapacidad visual han tenido que confiar en otros para saber cuánto debían abonar o para introducir su clave personal. No poder ver la pantalla, en la práctica, implicaba renunciar a parte de su privacidad. Con esta funcionalidad, ese paso lo pueden dar solas: escuchan, confirman, pagan.

Un año después de su lanzamiento, más de 310.000 datáfonos táctiles Android ya incorporan esta opción, lo que supone el 95% de los terminales de este tipo desplegados por CaixaBank. Están presentes en tiendas, farmacias, bares y restaurantes. Espacios por los que todos pasamos a diario, sin imaginar que ese pequeño rincón de la pantalla puede suponer una diferencia enorme para alguien más.