MSF pide el cierre de un centro de asilo en Reino Unido por salud mental de los pacientes

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Londres, 13 may (EFE).- Las oenegés Médicos Sin Fronteras (MSF) y Médicos del Mundo (MdM) pidieron este martes al Gobierno británico el cierre del centro de confinamiento masivo de Wethersfield, en Essex (este de Londres), tras documentar el daño causado en la salud mental de los residentes.

Ambas organizaciones gestionaron una clínica móvil de atención primaria en el exterior del complejo durante 12 meses -entre noviembre del 2023 y diciembre del 2024-, cuyos datos recogidos se publicaron hoy en el informe 'Un lugar solitario: como Wethersfield está dañando a los solicitantes de asilo'.

Este documento pone de manifiesto los "graves fallos" de protección por parte del Ministerio del Interior británico (Home Office) y de su contratista privado, Clearsprings Ready Homes, y el apoyo "inadecuado" a la salud mental de los internos del centro, indicó este martes MSF en un comunicado.

Wethersfield alberga a 800 hombres de entre 18 y 65 años provenientes de países como Irán, Eritrea, Afganistán, Siria y Sudán y que, en su mayoría, han huido de la violencia, la persecución o la guerra y han llegado al Reino Unido de forma irregular y sin una vía segura.

Todas las personas que accedieron a los servicios de MSF y MdM habían cruzado el Canal de la Mancha en embarcaciones pequeñas y tres de cada cuatro pacientes revelaron haber sufrido violencia o abusos en sus países de origen y durante su viaje al Reino Unido, según recoge el informe.

Asimismo, el 62 % de las personas atendidas por las oenegés presentaban un "grave malestar mental" y el 30 % manifestó ideas suicidas.

En este sentido, el equipo médico de MSF y MdM observó que, aunque el centro contaba con apoyo básico de salud mental in situ, no contaban con servicios especializados y los problemas derivados como la depresión, la ansiedad o el insomnio se solían tratar con recetas rutinarias de antidepresivos y pastillas para dormir.

A pesar de las evidencias de daño psicológico, el centro de confinamiento masivo de Wethersfield permanece en funcionamiento y, el mes pasado, el primer ministro británico, Keir Starmer, rechazó fijar una fecha para su cierre.

La responsable de actividades médicas de MSF, Emma Withycombe, calificó de "cruel" la decisión del Gobierno británico de alojar en "un lugar que causa daño" a personas que "han pasado tantas penurias".

"La mayoría de las consultas han sido por problemas psicológicos. Muchas personas se sentían ansiosas y estresadas y decían que Wethersfield les recordaba experiencias difíciles anteriores, como el encarcelamiento, la tortura o la vida en zonas de conflicto", agregó en la nota.

Por su parte, el director de Operaciones de Migración de MSF en el Reino Unido, Jacob Burns, dijo que era "incomprensible" que el centro siga abierto y criticó la posición continuista del Ejecutivo laborista de Starmer con "políticas inhumanas y restrictivas" frente a un sistema de asilo digno. EFE