Roma, 13 may (EFE).- El Milan y el Bolonia no solo pelearán este miércoles por el título de la Copa Italia, pues saltarán al Estadio Olímpico de Roma con la mira puesta en la plaza que reserva esta competición al ganador en la próxima Liga Europa y que ambos persiguen con dos objetivos diferentes, los 'rossoneri', para maquillar la temporada y los boloñeses, para volver a culminar un gran curso.
El desastre del Milan en la Serie A, en la que marcha octavo, solo tiene una solución. Ganar la Copa Italia es el único clavo al que se puede agarrar este equipo, ubicado a 3 puntos de la sexta plaza en la liga cuando faltan dos jornadas.
La sensación es que el Milan es plenamente consciente de ello. Se puso el mono de trabajo en cuanto vio que se complicaron sus opciones vía campeonato liguero y eliminó al Roma en cuartos y a todo un Inter de Milán en la eliminatoria doble de semifinales que recordó a ese equipo que levantó la Supercopa de Italia en enero con el luso Sergio Conceicao recién llegado.
Su única salvación, la del técnico, que se arriesga a la destitución a final de temporada, pasa por levantar el título.
En caso de no ganar esta final, la temporada del Milan será recordada como un desastre, con un baile de entrenadores portugueses -Paulo Fonseca inició la campaña- que no mejoró en ningún momento el juego del Milan campeón del 'Scudetto' de 2022 y semifinalista de la Liga de Campeones en 2023, cuando el club apuntaba alto hace apenas dos años.
"Forma parte de la historia del Milan tener esta presión, es normal en los grandes clubes. Tenemos que aceptarla y centrarnos en el trabajo ganando esta Copa Italia. El Milan es un club histórico acostumbrado a conseguir resultados, queremos sacar uno positivo para llevarnos el título y jugar en Europa el año que viene", dijo Conceicao este miércoles en rueda de prensa.
"No tenemos miedo, solo la adrenalina de un partido que nos puede dar un título. Tenemos que estar preparados sabiendo que enfrente tendremos a un Bolonia diferente al de hace unos días", añadió.
El calendario de la Serie A deparó que ambos se enfrentaran el viernes 9 de mayo, en un duelo que acabó con victoria milanista (3-1).
Un sueño vive en cambio el Bolonia esta temporada. Volvió a jugar 'Champions' tras 60 años sin hacerlo y con Vincenzo Italiano al frente el equipo ha igualado la temporada del ítalo-brasileño Thiago Motta, pero sin jugadores de gran nivel como el neerlandés Joshua Zirkzee o el italiano Riccardo Calafiori.
Quiere volver a lucir su escudo por Europa y se ha ganado la posibilidad de hacerlo. Está a un solo partido. Uno de los más grandes de su historia, pues no juega la final de este torneo desde hace 51 años. La última vez que levantó el título fue en 1970, hace 55.
"La de mañana es una final que el Bolonia no juega desde hace 51 años. Treinta mil aficionados estarán en el Olímpico, muchos jóvenes que nunca han visto los colores rojo y azul levantar un trofeo. Espero que tengan esta alegría", dijo Italiano durante la visita de representantes de ambos clubes al Palacio del Quirinal, donde fueron recibidos por el presidente de la República, Sergio Mattarella.
Este miércoles, a las 21.00 (19.00 GMT), Bolonia y Milan dirimirán en el Estadio Olímpico de Roma un título copero con Europa de fondo.
EFE
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