La sanidad, la vivienda o la corrupción pesarán en las elecciones en Portugal

Corrupción, crisis sanitaria y vivienda son ejes centrales en la campaña electoral en Portugal, donde los partidos proponen soluciones ante el creciente descontento ciudadano y la presión de la ultraderecha

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Lisboa, 13 may (EFE).- La situación desastrosa de la sanidad pública, la crisis de la vivienda, la corrupción y la inmigración como arma electoral son algunas de las cuestiones que marcan la campaña de los comicios legislativos del próximo domingo en Portugal, los cuartos que se celebran en cinco años y medio.

Estos asuntos han estado omnipresentes en el maratón de debates entre los candidatos antes del inicio de la campaña y, según los sondeos, son los que más preocupan a los ciudadanos.

La corrupción es, una vez más, el telón de fondo de unas elecciones anticipadas en Portugal, debido a Spinumviva, una empresa en manos de la familia del ministro en funciones, Luís Montenegro (centroderecha), que este fundó cuando estaba fuera de la política activa.

En su programas, la alianza de Montenegro propone dar continuidad a su agenda anticorrupción y resalta que "la acción represiva y punitiva del Estado sigue siendo indispensable", mientras que los socialistas proponen movilizar recursos y fomentar la eficacia, eficiencia y rapidez de la investigación penal", además de regular el 'lobbying' en las entidades públicas.

Si hay un partido que ha hecho bandera de la lucha anticorrupción es el ultraderechista Chega, que no ha gobernando nunca y pese a los numerosos escándalos que han salpicados a sus diputados por supuestos robos de maletas en aeropuertos o abusos de menores.

La caótica situación de la sanidad pública y las protestas del personal sanitario copan los discursos electorales.

Los sindicatos denuncian que 50 embarazadas dieron a luz en ambulancias el año pasado en Portugal y que el 16 % de la población no tiene médico de cabecera, no tanto por escasez de mano de obra como de gestión de los recursos humanos.

Ante este panorama, el Gobierno de Montenegro ha apostado por la semiprivatización de hospitales públicos, mientras que los socialistas liderados por Pedro Nuno Santos abogan por expandir el Servicio Nacional de Salud.

Con un aumento de los precios de compra de vivienda del 13,3 % en 2024 y de los alquileres del 7 %, cada vez es más complicado para los portugueses encontrar un sitio para vivir en un país de salarios bajos, con el mínimo en 870 euros brutos mensuales.

Para atajar ese problema, el gobernante Partido Social Demócrata (PSD), de Montenegro, ha levantado las restricciones impuestas por los socialistas en el pasado a los alojamientos turísticos y defiende "crear un clima de confianza y seguridad para que se pongan en el mercado de alquiler viviendas adecuadas", además de apostar por un amplio plan de ayudas fiscales para la construcción privada.

Por su parte, el Partido Socialista (PS) propone "reforzar" la vivienda pública, más ayudas para alquileres y compra, e impulsar la construcción.

Ninguno de los dos menciona explícitamente límites a la vivienda turística.

El avance de la ultraderecha en las elecciones de 2024 con un discurso antinmigratorio ha hecho que los principales partidos en Portugal, incluidos los socialistas, hayan incluido medidas que limitan la llegada de extranjeros en sus programas.

Los números oficiales reflejan que en el país hay cerca de 1,5 millones de inmigrantes, que suponen el 15 % de la población y son casi siete veces más que hace siete años, lo que genera dudas sobre la capacidad de los servicios públicos.

Pese las diferencias sobre cómo gestionarlo, las fuerzas políticas coinciden en que es necesaria una "inmigración regulada" que limite el número de extranjeros que obtengan la residencia tras años en los que se facilitaba la entrada con la llamada 'manifestación de interés'.

A los comicios del domingo muchos acudirán pensando en la economía, la inflación y los bajos salarios y, para seducir a los votantes, el PSD y el PS sugieren rebajas fiscales en mayor o menor medida y grandes obras de infraestructuras.

Los datos avalan al gobernante PSD con una previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) en Portugal del 2,3 % para 2025 y de un descenso de la inflación al 2,3 %,

En materia de infraestructuras, tanto los conservadores como los socialistas abogan por impulsar el tren de alta velocidad que conectaría el país con España y el futuro nuevo aeropuerto de Lisboa. EFE