Naciones Unidas, 13 may (EFE).- Estados Unidos dejó claro este martes en la ONU que ya está colaborando con Israel en el mecanismo de ayuda que el estado hebreo ha diseñado para permitir la entrada condicionada de ayuda humanitaria en Gaza, pese a la oposición que ha despertado entre la ONU y numerosos países del Consejo de Seguridad.
Ese mecanismo funcionará a través de la Fundación Humanitaria para Gaza, según reveló hoy ante el Consejo de Seguridad de la ONU la embajadora interina de EE.UU., Dorothy Shea.
"Estados Unidos ha enviado a altos funcionarios a Israel para trabajar en las modalidades -dijo Shea, sin más detalles- y si bien algunas organizaciones humanitarias pueden elegir no sumarse a estas negociaciones, otras han optado por una vía más constructiva, y podrán así entregar ayuda de forma apropiada".
"Llamamos a los organismos humanitarios de la ONU y a la comunidad internacional a trabajar con la fundación para proveer asistencia a los civiles", insistió Shea, pese a los repetidos mensajes de rechazo desde la ONU a cualquier mecanismo que no sea independiente de Israel y cuente con el aval de la organización.
Antes de que hablara la diplomática estadounidense, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Tom Fletcher, había sido tajante: "Para quien albergue alguna duda, el mecanismo designado por Israel no es la respuesta", y lo razonó así:
"Excluye en la práctica a muchos, incluidos personas con discapacidades, mujeres, niños, ancianos y heridos. Obliga a nuevos desplazamientos. Expone a miles de personas a daños".
Pero además, "sienta un precedente inaceptable para la distribución de ayuda en todo el mundo (...) condiciona la ayuda a objetivos políticos y militares, hace del hambre una moneda de cambio y es un espectáculo cínico, una distracción deliberada", añadió el subsecretario.
Y poco antes, en una declaración conjunta antes del entrar al Consejo, sus cinco miembros europeos (Reino Unido, Francia, Dinamarca, Eslovenia y Grecia) se habían expresado en el mismo sentido: "No podemos apoyar ningún modelo que ponga los objetivos militares o políticos sobre las necesidades de la población, o que socave la capacidad de la ONU y otras agencias de operar de forma independiente", señaló la embajadora británica Barbara Woodward.
"Cualquier mecanismo de distribución de ayuda humanitaria debe ser independiente, imparcial y neutral, y en línea con la ley internacional y los principios humanitarios", subrayó Woodward.
En parecidos términos se pronunciaron los demás miembros del Consejo de Seguridad, lo que pone a esta fundación como un proyecto que parte con apoyos muy limitados. EFE
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