Steinmeier y Herzog visitan el Andén 17, símbolo de la deportación de judíos desde Berlín

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Berlín, 12 may (EFE).- El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, y su homólogo israelí, Isaac Herzog, visitaron este lunes el emblemático Andén 17 de la estación de tren de Grünewald, en Berlín, desde donde fueron deportados miles de judíos berlineses a los guetos de Riga y de Varsovia, y a los campos de exterminio nazi.

Entre el otoño de 1941 y la primavera de 1942 fueron deportados desde Grünewald cerca de 10.000 judíos, la mayoría de los cuales fueron asesinados.

De los 50.000 judíos berlineses que fueron deportados, la gran mayoría -30.000- salió desde la estación de carga de Moabit, mientras que otros 10.000 fueron deportados desde la estación de Anhalt.

Actualmente, en el Andén 17 hay un monumento a los deportados que se inauguró en 1998.

El monumento consta de 186 placas en las que están consignados los datos y el destino de los trenes que partieron de allí y en cada caso el número de judíos deportados.

Además, se ha dejado que la vegetación crezca entre los rieles como símbolo de que nunca más un tren partirá de allí.

Herzog se encuentra en Berlín con motivo de una visita que marca el 60º aniversario del comienzo de las relaciones diplomáticas entre Alemania e Israel.

Los dos mandatarios, antes de la visita a la estación de Grünewald, ofrecieron una conferencia de prensa conjunta en la que Steinmeier calificó el comienzo de las relaciones diplomáticas con Israel como "un regalo" que los alemanes no podían esperar después de la Segunda Guerra Mundial y de la ruptura con la civilización que representó el Holocausto.

Steinmeier y Herzog asistieron además a un congreso juvenil germano-israelí y sus esposas, Elke Büdenbender y Michal Herzog, visitaron la Casa de la Conferencia de Wannsee, donde un grupo de funcionarios nazis planificó la logística para su pretendido exterminio total de los judíos europeos.

El martes, Steinmeier viajará junto con Herzog a Israel para una visita de dos días.

El 12 de mayo de 1965, el entonces canciller alemán, Ludwig Erhard, y el primer ministro israelí de la época, Levi Eshkol, acordaron iniciar relaciones diplomáticas.

Antes había habido un acercamiento paulatino entre los dos estados cuyas relaciones estaban lastradas por el asesinato de cerca de seis millones de judíos por parte del régimen nazi. EFE

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