La India y Pakistán libran una guerra de 'Fake News' pese a la tregua

La escalada de tensiones entre India y Pakistán se intensifica en el ámbito digital con desinformación y propaganda, mientras ambos países enfrentan acusaciones de manipulación de información y ataques falsos

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Lucía Goñi

Nueva Delhi, 11 may (EFE).- La desinformación propagada a través de redes sociales y canales de mensajería continúa exacerbando las tensiones en la peor escalada vivida en décadas entre la India y Pakistán. Pese a la tregua a días de intensas ofensivas militares, una segunda contienda, más silenciosa, se libra en el espacio digital.

La difusión de noticias no verificadas y el bloqueo de perfiles en plataformas digitales clave imponen, intencionadamente o no, una narrativa paralela a la realidad difícil de discernir de los hechos.

Ambos países han sido señalados por su recurso a la guerra informativa en el entorno en línea. Circularon extensamente vídeos de supuestos ataques que, tras ser verificados, resultaron pertenecer a conflictos pasados, estar relacionados con accidentes ocurridos años atrás o incluso ser secuencias extraídas de videojuegos.

Estas narrativas, difundidas por diversas cuentas y vistas por miles de personas en un bombardeo continuo de información, contribuyeron a inflamar las percepciones y dificultaron una visión objetiva de los acontecimientos.

Durante los primeros días de la escalada, se viralizó en redes sociales un vídeo que supuestamente mostraba un avión de combate indio derribado por fuerzas paquistaníes. Este material, ampliamente difundido por cuentas afines a Islamabad, fue identificado como un clip antiguo filmado en Siria en 2020.

Otro ejemplo fue la publicación de una fotografía en la que se apreciaba una bola de fuego impactando en mitad de la noche, dejando un enorme rastro de humo en el cielo, que se atribuyó a un supuesto ataque indio en el puerto de Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán, cuando en realidad se trataba de ataque aéreo israelí sobre Rafah, en el sur de la franja de Gaza.

También ha sido frecuente la denuncia de suplantación de identidad en cuentas oficiales, como las del Ministerio de Asuntos Económicos de Pakistán y el Puerto de Karachi, que precisamente aseguraron haber sido pirateadas tras difundir información falsa sobre ataques.

Medios de ambos países se han visto arrastrados por la velocidad del conflicto y la avalancha de desinformación, en ocasiones difundiendo datos sin verificar procedentes de fuentes oficiales o redes sociales.

En Pakistán, por ejemplo, varios medios publicaron que la India había lanzado misiles hacia Afganistán citando a portavoces militares, un ataque que Kabul no ha confirmado oficialmente.

En la India, algunos canales de televisión y medios digitales terminaron retractándose o eliminando publicaciones tras difundir imágenes y cifras que luego se demostraron falsas o imprecisas.

Incluso analistas militares y comentaristas destacados tuvieron que matizar o desmentir sus afirmaciones cuando se reveló que muchas procedían de vídeos antiguos, simulaciones o fuentes sin verificar.

Ante la proliferación de noticias falsas, la India intensificó sus esfuerzos para contrarrestar la desinformación a través de la página gubernamental de verificación de datos, 'PIB Fact Check'. Esta iniciativa se dedicó a verificar y desmentir supuestas noticias falsas distribuidas por diversas fuentes, incluyendo aquellas con origen en Pakistán.

Además, el 8 de mayo, el gobierno de Narendra Modi solicitó a la plataforma X el bloqueo de más de 8.000 cuentas que, según alegaron, difundían información errónea y promovían la manipulación en línea.

En un comunicado oficial, la plataforma manifestó su desacuerdo con esta exigencia, calificándola de censura contraria al derecho fundamental a la libertad de expresión, a pesar de anunciar su cumplimiento dentro de la jurisdicción india.

La suspensión de acceso a los principales medios paquistaníes en la India bloqueó por completo la narrativa paquistaní del conflicto y arrojó una percepción de que Nueva Delhi dominaba los ataques.

Aunque el alto el fuego anunciado el sábado se mantiene en vigor, su estabilidad se ve amenazada por las acusaciones mutuas que continúan multiplicándose en el espacio digital.

El domingo, horas después del anuncio de la tregua y la confirmación por parte de ambos gobiernos, el perfil de verificación del gobierno indio publicó un mensaje afirmando que Pakistán había distribuido vídeos de ataques pertenecientes a escenas de videojuegos de combate como si fueran contenido real del conflicto.

En un contexto donde las armas son también vídeos manipulados y mensajes falsos en redes, la lucha por influir en la percepción pública se ha erigido como un frente de batalla tan crucial como el propio terreno. EFE

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