Qué significa que haya palomas en tu casa y cómo ahuyentarlas sin hacerles daño: el truco más eficaz

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Pueden parecer inofensivas, pero la presencia habitual de palomas en edificios no siempre es una buena señal. Más allá del ruido o la suciedad, su aparición recurrente indica que el entorno reúne las condiciones ideales para que se alimenten, se resguarden y, en muchos casos, aniden. Entender por qué eligen ciertos espacios es el primer paso para mantenerlas a raya de forma eficaz y respetuosa.

De hecho, la proliferación de palomas en zonas urbanas está estrechamente ligada a la disponibilidad de alimento, agua y refugios, tal y como advierte Madrid Salud, el organismo municipal del Ayuntamiento de Madrid encargado del control sanitario, en su página web. Por eso, más allá de su presencia ocasional en parques o tejados, resulta clave saber cómo prevenir que se instalen de forma permanente en edificios residenciales.

POR QUÉ TIENES PALOMAS EN CASA

Las palomas urbanas, como la Columba livia o "paloma bravía", destacan por su capacidad de adaptación al entorno humano. Aprovechan cualquier descuido: restos de comida en terrazas, canalones con agua estancada o huecos en cornisas y tejados donde puedan refugiarse. Si no se actúa a tiempo, es probable que elijan estos espacios para anidar de forma permanente.

Además del impacto estético, sus heces pueden corroer materiales y ser portadoras de enfermedades como la histoplasmosis o la criptococosis, que se contraen al inhalar partículas presentes en el polvo de los excrementos secos.

EL TRUCO MÁS EFICAZ (Y RESPETUOSO) PARA AHUYENTARLAS

Si hay un método que destaca por su eficacia y su respeto hacia los animales, es la instalación de pinchos antipalomas. Lejos de lo que pueda parecer, estos sistemas están diseñados con puntas romas o sin filo, por lo que no causan daño a las aves, sino que simplemente impiden su posado.

Su uso es completamente legal y habitual en numerosos edificios públicos y privados. Funcionan especialmente bien en ventanas, barandillas, cornisas o salientes, donde las palomas suelen buscar apoyo. Son efectivos incluso cuando otros métodos dejan de funcionar por la habituación de las aves al entorno.

OTROS MÉTODOS QUE PUEDES COMBINAR

Aunque los pinchos suelen ser la solución más duradera, hay otras medidas complementarias que puedes aplicar para potenciar el efecto:

Repelentes visuales: objetos que reflejan la luz o se mueven con el viento, como CDs, cintas de papel de aluminio o figuras de búhos de plástico. Son útiles a corto plazo, pero conviene cambiarlos de sitio con frecuencia.

Eliminar fuentes de alimento y agua: mantener la zona limpia, sin restos de comida ni agua estancada, es esencial para evitar atraerlas.

Sellar refugios: revisar buhardillas, cornisas o rejillas de ventilación para evitar que aniden en huecos o tejados.

LA IMPORTANCIA DE NO ALIMENTARLAS

Uno de los factores clave que favorecen la proliferación de palomas urbanas es el suministro voluntario o involuntario de comida. Por este motivo, expertos recuerdan que alimentar a las palomas está prohibido por razones de salud pública y medioambientales, y puede suponer un riesgo añadido al atraer también ratas e insectos.

CUANDO LA SOLUCIÓN REQUIERE AYUDA PROFESIONAL

En algunos casos, cuando la presencia de palomas es persistente o se ha convertido en plaga, es necesario recurrir a empresas especializadas en control de aves. Estas pueden instalar sistemas más complejos como:

Redes protectoras

Mallas metálicas

Alambres tensados

Gel repelente

Dispositivos electrónicos de ahuyentamiento

Cada solución debe adaptarse al tipo de edificio, su localización y nivel de afectación. Por ello, el estudio personalizado del problema es fundamental.