93-115. Los Celtics están vivos

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David Villafranca

Nueva York, 10 may (EFE).- Con orgullo de campeón y una excelente puntería desde el perímetro, los Boston Celtics asaltaron este sábado el Madison Square Garden, arrollaron a los New York Knicks por 93-115 y se colocaron con 2-1 en esta semifinal del Este.

El cuarto partido de esta vibrante eliminatoria se jugará el lunes también en la Gran Manzana.

Los defensores del título llegaban a Nueva York tras dos dolorosas y muy preocupantes derrotas en Boston, ambas desperdiciando un +20 en el tercer cuarto y con sensaciones terribles en el desenlace.

Además les tocaba visitar un Madison Square Garden ardiendo, con el ambientazo de las grandes ocasiones (las entradas más baratas poco antes del salto inicial costaban más de 700 dólares), con multitud de famosos en primera fila (Bad Bunny incluido) y frente a unos Knicks absolutamente crecidos después de sus dos increíbles remontadas a domicilio.

Pero en el momento de la verdad, los Celtics respondieron con una actuación convincente de principio a fin, ganaban de 25 al descanso y de 31 en el tercer cuarto, y deslumbraron en la primera mitad con un 12 de 19 en triples (63,2 %).

Payton Pritchard fue el máximo anotador de Boston con 23 puntos y 5 triples mientras que Jayson Tatum acarició el triple-doble con 22 puntos (5 triples), 9 rebotes y 7 asistencias.

Otros tres jugadores sumaron más de 10 puntos: Jaylen Brown (19 puntos y 6 rebotes), Derrick White (17 puntos) y el dominicano Al Horford (15 puntos y 9 rebotes). Los Celtics terminaron con un 50 % en triples (20 de 40).

Kristaps Porzingis, mermado por enfermedad, salió como suplente y disputó 19 minutos en los que aportó 5 puntos, 4 rebotes y 3 tapones.

En cambio, nada le salió bien a unos Knicks que apuntaban a una fiesta total pero que se vieron totalmente sometidos.

Jalen Brunson fue su referente con 27 puntos (9 de 21 en tiros) y 7 asistencias. El dominicano Karl-Anthony Towns, que se hizo daño en la mano izquierda, le acompañó con 21 puntos (pobre 5 de 18) y 15 rebotes.

En unos Knicks desastrosos en el triple (20 % con 5 de 25) quedaron también a deber OG Anunoby (2 puntos), Mikal Bridges (12) y Josh Hart (10)

La primera tarea de los Celtics era quitarse los nervios y la presión: olvidarse de esas extrañas inseguridades que mostraron en los momentos clave de los dos primeros partidos.

La segunda era fundamental para el ADN de su ataque: afinar la puntería desde el triple tras el ridículo 25 % que registraron en los dos encuentros en Boston.

Con todo ello en la cabeza, no pudo haber imaginado Joe Mazzulla un mejor arranque para su equipo, que brilló en el primer cuarto con un incontestable 20-36 tras una canasta sobre la bocina de un especialista en la materia como Pritchard.

Los de verde volvieron a ser ese conjunto letal con el tiro exterior con un 6 de 7 en triples y todos contribuyeron a la causa: Brown (7 puntos), White (7), Pritchard (7) y Tatum (6).

Además la defensa de Boston, que sí había funcionado en los dos primeros duelos (el colapso había venido con su ataque), se mantuvo a buen nivel ante unos Knicks desangelados en la ofensiva y con un 1 de 7 en triples.

Tom Thibodeau tuvo asimismo que lidiar de nuevo con el dilema de Mitchell Robinson. El rocoso pívot es valiosísimo en defensa y rebote, pero supone un drama absoluto desde los tiros libres, lo que abre la puerta al "Hack-a-Shaq" para sacarle de la pista.

Esta tarde se estrelló en la primera mitad con un 1 de 6 desde la línea de personal y uno de sus lanzamientos no tocó ni el aro.

Con el ataque neoyorquino totalmente empantanado, Boston metió una marcha más por medio de Brown (10 puntos) y Tatum (8) en ese segundo cuarto en el que superaron la famosa barrera en esta serie de los 20 puntos. Encontraron además el aplomo del que carecieron en casa para replicar a cualquier parcial de los Knicks.

El 46-71 al intermedio dejó a los visitantes con un 63,2 % en triples (12 de 19) frente al terrible 16,7 % de los locales (2 de 12). Brown (17 puntos), Tatum (14) y Pritchard (13) encabezaron a los Celtics mientras que Towns (13) y Brunson (12) hicieron lo propio en unos Knicks con carencias muy llamativas como los 0 puntos de Anunoby o los 4 de Bridges.

Mordiéndose las uñas y con el ánimo tocado, los aficionados locales estaban deseando agarrarse a un clavo ardiendo para imaginar en la reanudación una remontada todavía más épica que las anteriores.

"Let's Go Knicks!", gritaban los fans con los Knicks atacando para ponerse a 'solo' 21 puntos pero lo que sucedió fue un buen reflejo de cómo iba la tarde: un balón perdido de Brunson y una canasta en transición de Tatum con adicional por falta del propio Brunson.

Los Celtics cruzaron la barrera de los 30 puntos en el tercer cuarto y llegaron al último con un holgado +26 (70-96), pero los fantasmas del pasado les seguían susurrando al oído que ninguna ventaja por amplia que fuera era completamente segura.

Dos triples de Brunson y uno de Miles McBride situaron a los Knicks a 20 puntos con diez minutos por jugarse, pero no hubo milagro en esta ocasión y a la tercera fue la vencida para unos Celtics que todavía tienen mucho trabajo por delante pero que este sábado silenciaron Nueva York. EFE