Rodrygo o Güler, la duda por despejar de Ancelotti

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Madrid, 9 may (EFE).- Un contraste de momentos. Al alza Arda Güler, favorecido por el retoque del sistema de Carlo Ancelotti añadiendo un centrocampista. A la baja Rodrygo Goes, protagonista de una racha sin gol que no encuentra fin, perjudicado por la renuncia a un tridente que parecía intocable, pero siempre con la confianza de su entrenador.

Es la duda por despejar del once de Ancelotti. La única decisión que debe adoptar el técnico italiano además de elegir entre Dani Ceballos y Luka Modric, con favoritismo para el centrocampista español por su físico dejando al croata como uno de los recambios asegurados para el segundo acto en Montjuic.

Los problemas, el gran quebradero de cabeza de 'Carletto' para un clásico que está obligado a ganar, se focalizan en la línea defensiva. Condicionado por las bajas. Con lo justo y obligado a retrasar la demarcación de Aurélien Tchouaméni. No tiene más.

Sin los centrales Eder Militao, Antonio Rüdiger y David Alaba. Sin sus dos laterales titulares, Dani Carvajal y Ferland Mendy. Tampoco con un 'comodín' como Eduardo Camavinga al que iba a ubicar en el lateral izquierdo en la final de Copa del Rey ante el Barcelona antes de que cayese lesionado para toda la temporada.

Demasiados condicionantes que dejan a Ancelotti sin opciones de elección. Obligado a poner a Lucas Vázquez, por la necesidad de Fede Valverde en la medular, y a Fran García en los laterales. Con Raúl Asencio, integrante del primer equipo desde noviembre por las lesiones, como pareja de Tchouaméni, un mediocentro que se ha ido adaptando al centro de la zaga sin los automatismos de un defensor.

La decisión de 'Carletto' partirá desde el sistema que decida emplear en el clásico. La necesidad de un triunfo puede provocar el regreso al 4-3-3, lo que mantendría a Rodrygo de inicio formando ataque con Vinícius Jr. y Kylian Mbappé.

O sostener el 4-4-2 por el que ha apostado en los últimos compromisos, y que tan cerca tuvo al Real Madrid de su primer triunfo del curso ante el Barcelona, en una final de Copa que se le escapó a cuatro minutos del final del tiempo reglamentario y del final de la prórroga, con los goles de Ferran Torres en el minuto 86 y de Koundé en el 116. Es lo que favorecería al momento de Güler, que ha derribado la puerta con su rendimiento reciente.

Llega al clásico tras brillar en el triunfo ante el Celta de Vigo, autor de un gran tanto que él mismo inventó de un saque de esquina, con zurdazo a la escuadra, y de dar una asistencia. Saborea el mejor de sus momentos en el Real Madrid, retrasando unos metros su demarcación para explotar su visión de juego, los pases entre líneas que tanto necesitará el equipo blanco ante la defensa adelantada del Barça, buscando explotar la velocidad de 'Vini' y Mbappé.

Desde su titularidad en Getafe el 23 de abril, el centrocampista turco ha asumido un protagonismo que no tuvo hasta la fecha. Irregular en su rendimiento. Sin la continuidad que deseaba de su técnico. Dio el triunfo al Real Madrid en el Coliseum. Cambió la cara al equipo con su entrada en la final de Copa, donde asistió con un milimétrico saque de esquina a la cabeza de Tchouaméni, y brilló con luz propia ante el Celta.

Es la línea ascendente de Güler en contraposición con la de Rodrygo. Ausente por un proceso febril en el último encuentro pero en perfectas condiciones para el clásico. Con un protagonismo que ha ido mermando en el momento clave de la temporada en los que no aportó gol ni desequilibrio. Perdió la chispa.

Su último tanto fue el 4 de marzo en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, ante el Atlético de Madrid en el Santiago Bernabéu. Desde entonces ha participado en doce partidos, nueve de titular, sin marcar.

Un tanto en sus 22 últimos encuentros con el Real Madrid. Números pobres para un delantero que siempre contó con la confianza de Ancelotti y que, bien desde el inicio, o en la segunda parte, afronta el clásico como la oportunidad perfecta para resurgir. EFE