Qué estás haciendo realmente cuando soplas un diente de león: no es solo un gesto bonito

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En parques, jardines y hasta en las aceras urbanas, soplar un diente de león se ha convertido en un gesto casi instintivo, asociado a juegos infantiles o deseos. Sin embargo, este acto encierra un proceso biológico fascinante que conecta directamente con la supervivencia de la especie.

Este trasfondo lo explica la cuenta de TikTok @nexonatura, un proyecto de divulgación ambiental que combina rigor científico con un enfoque claro y educativo. A través de vídeos breves y didácticos, dan a conocer curiosidades del medio natural como esta. Además, cuentan con una página web donde amplían contenidos para quienes desean entender mejor la biodiversidad y su conservación.

FASES DEL DIENTE DE LEÓN

El conocido diente de león es esa esfera blanca formada por pelusas. Pero, antes de alcanzar esta forma, pasa por una etapa de floración. En ella, surge una flor amarilla, llamada lígula, que aparece durante primavera y verano.

Esta flor pertenece a la familia de las compuestas, como las margaritas, y se clasifica como una inflorescencia en forma de capítulo, es decir, tiene una estructura donde numerosas flores diminutas se agrupan juntas y parecen una sola flor. Cada uno de sus pétalos, en realidad, representa una flor individual, hermafrodita y capaz de generar una semilla única.

Durante la maduración, la inflorescencia se cierra para proteger el desarrollo del fruto. Posteriormente, la planta se transforma en la característica esfera blanca compuesta por vilanos: filamentos o hilos con un penacho de pelos que permiten a la semilla volar impulsada por el viento.

¿QUÉ PASA SI SOPLAS UN DIENTE DE LEÓN?

Soplar un diente de león activa el mecanismo de dispersión de sus semillas. Cada uno de esos filamentos blancos transporta una semilla alada, diseñada evolutivamente para desplazarse y colonizar nuevos espacios. El viento es su principal aliado, pero la intervención humana, aunque inconsciente, también cumple esta función. "Cuando soplamos un diente de león, lo que hacemos es ayudar a que sus semillas lleguen más lejos", asegura @nexonatura.

OTROS BENEFICIOS

Además de su peculiar biología, el diente de león ofrece múltiples beneficios. Considerado erróneamente como una mala hierba, ha sido utilizado durante siglos en la medicina tradicional por sus propiedades diuréticas, digestivas y antibacterianas.

Sus hojas amargas se han consumido en ensaladas y su látex, extraído del tallo hueco, se ha aplicado para tratar ampollas y verrugas.

El diente de león destaca por su capacidad de adaptación en entornos urbanos y rurales, pero también es un ejemplo perfecto de cómo una planta esconde una estrategia compleja y eficiente de reproducción.