La presidenta de A.M.A. insta a dotar al sistema sanitario de estructuras "flexibles" para mejorar su adaptabilidad

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La presidenta de A.M.A. (Agrupación Mutual Aseguradora), Ana Pastor, ha abogado por dotar al sistema sanitario de estructuras "flexibles" para mejorar su adaptabilidad y avanzar hacia una mayor cohesión del sistema sanitario, para lo que también se debe apostar por modelos organizativos centrados en la eficiencia, la innovación, la personalización y la prevención.

"La gestión sanitaria está evolucionando ante desafíos como el envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades crónicas, la escasez de profesionales o la sostenibilidad financiera. El mayor reto que tenemos es el de reforzar la gobernanza sanitaria con estructuras flexibles, capaces de adaptarse y dotadas de herramientas de evaluación permanentes", ha señalado durante el XVII Curso de Gestión de Proyectos, organizado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA).

Para abordar estos retos, según Pastor, también es necesario apoyarse en la colaboración público-privada, el fortalecimiento del liderazgo profesional y la transformación digital como pilares "fundamentales" para lograr una sanidad más resiliente y sostenible.

Del mismo modo, ha reivindicado una planificación estratégica "orientada al valor en salud y a los resultados en salud poblacional", así como pasar de un enfoque reactivo y fragmentado a uno proactivo, personalizado y coordinado.

"Es esencial para afrontar el gran desafío del siglo XXI: atender mejor, con más humanidad y sostenibilidad, a una población que vive más años y necesita más cuidados", ha añadido.

Respecto a los modelos sanitarios basados en valor, que pueden ser una "oportunidad" para centrar el sistema en los resultados reales y la experiencia del paciente, ha advertido de que su implantación requiere una transformación profunda en financiación, gestión y cultura.

Por otro lado, ha hecho hincapié en el concepto de 'salud conectada', apostando por la digitalización integral del sistema y por el uso de herramientas como la historia clínica electrónica interoperable, la receta electrónica o la monitorización remota de pacientes.

"La digitalización y la salud conectada no son solo tecnologías, son una nueva forma de entender la atención sanitaria. Su verdadero potencial se alcanza cuando se ponen al servicio del paciente, del profesional y de la eficiencia del sistema. Para avanzar en esta transformación se requiere inversión sostenida, regulación inteligente y visión a largo plazo", ha concluido.