La catedral de Chicago, ciudad natal de León XIV, cerrada en la noche de su nombramiento

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Javier Otazu

Chicago (EE.UU.), 8 may (EFE).- La catedral católica de Chicago, la ciudad natal del nuevo papa León XIV, permanece cerrada en la noche que siguió a su nombramiento, para sorpresa de algunos feligreses que acudieron a celebrar el hecho y de los periodistas desplazados a la ciudad.

Dos equipos de televisión se habían apostado en la entrada principal de la Catedral del Santo Nombre, la principal de la arquidiócesis, con la esperanza de que hubiera alguna celebración especial en esta primera noche, o de que el templo permaneciera abierto en esta ocasión para recibir a los fieles.

Sin embargo, las puertas estaban cerradas a cal y canto y solo un cartel luminoso en la puerta saluda al papa con el mensaje Habemus Papam, y llama a los fieles a una misa a las 8 de la mañana del viernes "para rezar por nuestro nuevo papa".

Un par de feligreses, que de identificaron como Jorge y Anthony, habían venido expresamente desde su barrio, cercano al aeropuerto, a cuarenta minutos de distancia, para celebrar este nombramiento inesperado de Robert Francis Prevost, con la esperanza de encontrarse aquí con otros fieles.

"Mira cómo es -dijo Jorge a EFE-, en este país la gente sale en masa a celebrar la Super Bowl (la liga de fútbol americano), pero cuando nombran un papa de su ciudad, ni se nota en las calles", lamentó.

Al parecer, y según su relato, la catedral solía estar abierta en las noches hasta que los 'sintecho' comenzaron a refugiarse en ella en las frías noches de Chicago -hoy había apenas 8 grados centígrados en las calles- y el arzobispado ordenó su cierre en las noches hace ya unos años.

De hecho, un joven sin hogar había instalado un precario refugio con unos cartones y trataba de dormir pegado al muro de la catedral, ajeno al barullo formado por los periodistas.

Varias personas consultadas por EFE mostraron apenas algún interés por el nombramiento del nuevo pontífice, que les era desconocido, y curiosamente solo los latinos interrogados -que en Chicago suman un millón de personas- parecían realmente ilusionados por el hecho.

Robert Prevost nació en un barrio del sur del gran Chicago y pasó sus primeros años en Dolton, un barrio que entonces era de mayoría blanca y católica; ahora ese barrio se ha transformado por completo y su población es mayoritariamente negra, con muy pocos católicos.

Dentro de la ciudad y su periferia urbana, un 29 % de sus habitantes se declaran católicos, casi el mismo porcentaje que protestantes, según cifras del Pew Research Center.

Uno de los retos que León XIV tiene por delante, más allá de los inherentes a una iglesia universal, es 'pacificar' el catolicismo dentro de Estados Unidos, dominado por corrientes conservadoras y que en las últimas elecciones, por ejemplo, votó principalmente por Donald Trump por sus posturas sobre cuestiones familiares y sexuales, aun teniendo en cuenta sus posturas contra la inmigración.

Al nuevo pontífice se le supone una línea más progresista, en línea con Francisco, pero serán las primeras acciones de su papado las que confirmarán si esa es o no su línea. EFE

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