Saná, 7 may (EFE).- El alto el fuego anunciado el martes entre los hutíes del Yemen y los Estados Unidos, que afecta tan solo a la navegación en el mar Rojo, es visto por el grupo rebelde de mayoría chií como un triunfo de su postura de apoyo al pueblo palestino, que ha tenido que ser "aceptada" por los estadounidenses.
Así lo indicó la pasada madrugada en declaraciones a la televisión Al Masirah, controlada por los hutíes, el principal líder negociador del grupo Mohamad Abdelsalam, quien señaló además que el acuerdo fue fruto "del claro fracaso de la agresión estadounidense a Yemen", y que surgió expresamente de "un pedido americano trasladado a través de Omán".
"Los esfuerzos hechos por el ministro de Exteriores omaní con los americanos han resultado en su aceptación de la postura yemení de continuar apoyando al pueblo palestino", dijo Abdelsalam, quien defendió que los rebeldes no han hecho concesiones en sus conversaciones con EE.UU.
"Nuestra posición permanece sin cambios. Una clara y firme posición de apoyo al pueblo palestino y de respuesta a la agresión", dijo.
En ese sentido, subrayó que el alto el fuego no afecta a las operaciones del grupo contra Israel, incluidas sus actividades en el mar Rojo.
"No pudieron imponer un fin a las operaciones yemeníes contra Israel, ya sea en el mar Rojo o incluso ataques a la entidad sionista (Israel) en la Palestina ocupada. Este acuerdo no tiene conexión alguna con nuestra posición sobre Israel", aseguró.
Así, insistió en que el acuerdo de alto el fuego fortalecerá incluso ese respaldo a Palestina, ya que "la agresión" estadounidense contra Yemen "era un intento para dañar este apoyo".
Además, Abdelsalam apuntó que el acuerdo supone "un éxito importante" ya que "fortalece la posición en la que Israel permanece aislado enfrentando una amplia oposición militar y popular hoy liderada por Yemen".
El negociador yemení instó a EE.UU. a que cumpla con lo acordado e indicó que los hutíes aún siguen evaluando la situación, por lo que "si los americanos incumplen con lo acordado de cualquier manera, nuestra respuesta está lista".
Ayer martes EE.UU. y Omán, que actuó como mediador, anunciaron un acuerdo de alto el fuego con los hutíes circunscrito a las operaciones en el mar Rojo, donde la libertad de navegación y el flujo comercial se encontraba en peligro debido a la ofensiva de los insurgentes en la zona.
Washington inició hace mas de un año una campaña de bombardeos contra los hutíes en represalia por sus ataques contra la navegación en esta estratégica vía marítima, pero esta operación se intensificó el pasado 15 de marzo por orden del presidente estadounidense, Donald Trump.
La portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Tammy Bruce, aclaró que el acuerdo se circunscribe solo al mar Rojo, después de que Trump, afirmara que su país dejará de bombardear a los rebeldes hutíes del Yemen porque, según dijo, estos han decidido "capitular" y frenar sus ataques en esa zona.
De forma paralela a sus ataques a la navegación, los hutíes han lanzado ataques contra territorio israelí desde el inicio del conflicto en Gaza en octubre de 2023 y esta misma semana lograron impactar en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv.
La represalia israelí contra este ataque dejó ayer martes al menos tres muertos y 57 heridos en bombardeos contra el aeropuerto de Saná, que quedó muy dañado, y una fábrica de cemento. EFE