El "calvario" de una mujer española después de que la declarasen muerta por error

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Melilla (España), 7 may (EFE).- Una mujer española fue dada muerta por un error del Registro Civil, que certificó oficialmente su defunción cuando acudió a tramitar la de su hijo fallecido, lo que provocó un "calvario administrativo" que ha tenido que reparar la propia familia de la afectada y por el que no descarta presentar una demanda.

Juan José Florensa, hijo de la mujer afectada, informó a EFE de que su madre está sufriendo esta situación desde el pasado 26 de marzo, cuando acudió al Registro Civil de Melilla, ciudad española en el norte de África, para tramitar el certificado de defunción de su otro hijo, si bien la inscribieron a ella como persona fallecida y al difunto como presentador de la declaración.

Fue la funeraria la que detectó al día siguiente el error, que ha provocado que la mujer, de 86 años, haya sido dada de baja de oficio en todos los organismos públicos españoles, por lo que dejó de percibir su pensión y su documento nacional de identidad quedó sin validez.

Todo ello, según explicó su hijo, ha provocado “un verdadero calvario administrativo” que se une “al dolor de la pérdida de un familiar”, ya que han tenido que ser ellos mismos quienes han tenido que ir reparando esta situación ante los diferentes organismos públicos con una fe de vida.

La familia, que ha contratado a un abogado, lamenta que no sea el propio Registro Civil de Melilla el que establezca un protocolo para cancelar de oficio la inscripción errónea y comunicar esta situación a las diferentes administraciones, de modo que “pueda reparar motu proprio los efectos perniciosos causados”.

La víctima, que ha tenido que hacerse cargo de toda esta burocracia, presentó una queja oficial, a la que tuvo acceso EFE, en la que pide que se depuren responsabilidades “en aras al correcto funcionamiento de la administración pública” y se reserva el derecho a presentar acciones legales por lo sucedido.

Su hijo, Juan José Florensa, ha escrito una carta pública para dar a conocer lo sucedido y lamentar que tenga que ser la propia familia afectada la que repare la situación, con el “calvario administrativo” que ello supone, añadido al dolor de la pérdida de un ser querido, en ese caso su hermano. EFE