Todo un pueblo conspiró durante meses para sorprender a una vendedora que se jubilaba tras 44 años de trabajo

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La localidad alemana de Redefin, en el estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, ha sido escenario de una despedida muy especial. Petra Thees, una vendedora que ha trabajado durante más de cuatro décadas en la tienda de alimentación del pueblo, se jubilaba sin saber que durante semanas sus vecinos habían tramado algo a sus espaldas.

Según recoge el diario local Nordkurier, todo el pueblo conspiró para organizarle una fiesta sorpresa y mantenerla completamente al margen. Para despistarla, le hablaron de un evento vecinal organizado por la Asociación de Apoyo a la Infancia y la Juventud bajo el lema "Juntos en lugar de solos", pensado -supuestamente- para reunir a diferentes generaciones con café y pasteles. En realidad, era una excusa para rendirle homenaje por toda una vida de trabajo.

UN PLAN SECRETO CON TODO EL PUEBLO IMPLICADO

El homenaje fue ideado por la alcaldesa Roswitha Böbel, su adjunta Tina Schorcht y la encargada de la tienda, Yvonne Jala*, compañera de Petra desde 2001. "Estoy encantada de que todos hayan mantenido la boca cerrada", celebró la alcaldesa, agradeciendo la complicidad de vecinos y empleados.

Tina Schorcht destacó que Petra no solo era querida por su labor en el comercio local, sino también por su implicación en el ayuntamiento y en cualquier lugar donde hiciera falta. Por eso, todo el pueblo quiso darle las gracias como se merecía.

UNA NUEVA ETAPA, SIN DESVINCULARSE DEL TODO

Aunque oficialmente se jubila, Petra continuará colaborando con la tienda unas diez horas a la semana. Además, se mudará con su marido al municipio de Pritzier para vivir con su hijo y pasar más tiempo con sus nietos. Un cierre de etapa marcado por el reconocimiento sincero de toda una comunidad que la considera mucho más que una vendedora.