Eugenia Martínez de Irujo, su tajante respuesta a si va a ser la madrina de boda de su hermano Cayetano

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Incondicional de la Feria de Abril, Eugenia Martínez de Irujo no se ha perdido este lunes la fiesta que ha organizado en el Real de la Feria la revista Vanity Fair para celebrar la noche de 'El Pescaíto' y dar el pistoletazo de salida por todo lo alto a la semana más esperada del año -con permiso de la Semana Santa- para los sevillanos.

Acompañada por Tana Rivera y derrochando original con un conjunto formado por top corto blanco con flores bordadas y manga larga abullonada, falda larga con remate asimétrico diseñada por su hija para la firma ERAX, mantoncillo en rojo al cuello y sandalias de maxi plataforma en el mismo color, la diseñadora ha derrochado simpatía y naturalidad ante las cámaras y, sin titubear, ha aclarado si va a ser la madrina de boda de su hermano Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan como se ha asegurado desde que la pareja anunció que se dará el 'sí quiero' el próximo septiembre en Sevilla después de diez años de discreta relación.

"Un año más aquí. Tradiciones y la Feria que no me la quite nadie, aunque no me gusta nada el rebujito. Tomo o jerez o vino blanco" ha revelado con una gran sonrisa, recordando nostálgica a su madre, la inolvidable duquesa de Alba, que nunca se perdía la Feria: "Le encantaba. Bailaba un montón, no se perdía una. Lo que ha sido siempre, imparable. Mi madre no daba consejos, solo se respiraba lo que ella vivía y entonces, el gen es el gen".

Una pasión que ha transmitido a su hija Tana, que como nos ha contado está "encantada, feliz de la vida", junto a Manuel Vega, con el que suenan campanas de boda después de tres años de noviazgo.

Quién sí pasará por el altar en menos de cinco meses será su hermano Cayetano. "Estoy súper feliz, hay súper buen rollo" ha confesado Eugenia, que sincera y sin perder la sonrisa ha desmentido que vaya a ser la madrina del enlace: "No, que yo sepa, no. Pero bueno, que estamos todos muy contentos y ya tema de preparativos, gracias a Dios, no sé nada. Porque no quiero ni saber".