Rafael Cañas y Viviana García
París/Londres, 5 may (EFE).- La vieja alianza francobritánica, clave en las dos guerras mundiales del siglo XX, sigue hoy en plena vigencia con la operación que ambos países preparan para enviar una fuerza militar para garantizar un eventual acuerdo de paz para Ucrania.
Los dos viejos aliados trabajan desde hace meses en la preparación de una fuerza multinacional que, según filtraciones a la prensa, tendría unos 30.000 integrantes, con París y Londres como principales contribuyentes.
Este retorno de Londres y París a la primera línea se debe al súbito giro que ha dado el presidente estadounidense, Donald Trump, frente al apoyo que Washington había dado a Ucrania desde la invasión rusa de 2022.
"La voluntad de Donald Trump de retirar el apoyo de EE.UU. a Ucrania" y el objetivo europeo de que en estas condiciones un acuerdo de paz "no sea una capitulación total" de Kiev son los motivos de apunta a EFE Elie Tenenbaum, director del Centro de Estudios de Seguridad del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), en París.
El propósito de la fuerza que se prepara es el mantenimiento de la paz y con el único objetivo de disuadir a Rusia de un nuevo ataque contra Ucrania, según insisten el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer.
"Lo que ha cambiado es que (Francia y Reino Unido) deben asumir el liderazgo sin una participación segura de EE.UU. y tal vez fuera del marco de la OTAN. La gran novedad es la independencia respecto a una dirección superior", señala por su parte a EFE el historiador Michael Broers, del Lady Margaret Hall de la Universidad de Oxford.
Por ahora, con el rechazo del presidente ruso, Vladímir Putin, a aceptar un alto el fuego, el acuerdo de paz y el consiguiente envío de esa fuerza siguen siendo una incógnita, pero aún así los dos socios europeos aceleran los preparativos por si finalmente fuera necesario.
Con Estados Unidos autoexcluido, Reino Unido y Francia son los países europeos más indicados para hacerlo, ya que son los que tienen unas fuerzas armadas más capacitadas, además de ser los únicos de Europa Occidental con armas nucleares y presencia permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que les da un respaldo político importante.
"Francamente, no hay otro país con una posición de liderazgo. Polonia está dispuesta pero no tiene suficiente fuerza económica. Alemania tiene todo el potencial pero no tiene unas fuerzas armadas potentes", resume Broers.
Tenenbaum coincide en que Francia y el Reino Unido "son los dos actores con mayor credibilidad militar" en Europa, a pesar de algunas "debilidades".
Con esto, podría parecer que se ha retornado a la década de 1930, cuando París y Londres garantizaban la estabilidad de Europa frente al expansionismo desestabilizador entonces de la Alemania nazi y de la Italia fascista, y ante el aislacionismo estadounidense.
El analista francés recalca que la situación actual es un toque de atención a países como Alemania, España o Italia, porque "la defensa de Europa es algo común" y el continente afronta una amenaza "multidimensional" de Rusia, que afecta directamente a la existencia de la Unión Europea (UE), frente a una desconexión estadounidense del continente.
Sin embargo, está convencido de que ni Macron ni Starmer han lanzado esta iniciativa para desviar la atención de sus respectivas debilidades a nivel interno. "Este no es un tema en el que se vaya a ganar o perder popularidad", considera.
En cambio, para Tenenbaum todo esto puede ayudar a que Londres refuerce sus lazos con la Unión Europea tras los dramas del brexit. "La cooperación en defensa es uno de los principales objetivos del Reino Unido para volver a una colaboracionón con Europa", apunta. Algo que la Comisión Europea también menciona en su Libro Blanco sobre defensa.
Broers concuerda en que Starmer "está ideológicamente mucho más cerca de Macron" que sus antecesores conservadores, y que los laboristas actualmente en el poder en el Reino Unido "son mucho más proeuropeos".
Esta iniciativa es por ahora el último capítulo de una alianza que se formalizó con la firma en 1904 de la segunda Entente, cuyos orígenes se remontan al siglo XIX y que tuvo su momento culminante en las dos guerras mundiales del siglo XX.
A partir de ahí, el protagonismo de esta alianza perdió fuerza ante la garantía de seguridad a Europa que EE.UU. ha mantenido desde 1945.
Pero no ha dejado de existir, como muestran la fracasada operación conjunta contra Egipto en la llamada Crisis de Suez (1956) o la campaña de ataques aéreos de 2011 en apoyo a la rebelión contra el régimen libio de Muamar Gadafi.
Los acuerdos francobritánicos de Saint Malo (1998), son considerados como el punto de partida de la actual Política Europea de Seguridad y Defensa de la UE.
Finalmente, los dos tratados de Lancaster House (2010), supusieron un importante refuerzo de la cooperación militar bilateral, especialmente en el desarrollo y utilización de armas nucleares.
"La cooperación militar francobritánica es muy antigua y ha continuado con el curso de los años, aunque no haya sido muy visible", resalta Tenenbaum. EFE
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