Teherán, 5 may (EFE).- El cruce de amenazas entre Irán y Estados Unidos e Israel se ha disparado después de que Washington y Tel Aviv acusaran a Teherán de estar detrás de las acciones militares de los hutíes de Yemen y avisasen de posibles agresiones al país persa que, a su vez, ha advertido de las consecuencias.
Las tensiones se dispararon tras el ataque de los hutíes del Yemen contra el aeropuerto internacional de Ben Gurión, en Tel Aviv, que causó ayer seis heridos.
Israel, de inmediato, apuntó el dedo acusador hacia Teherán.
“Los ataques de los hutíes provienen de Irán. Israel responderá al ataque hutí contra nuestro principal aeropuerto, en el momento y lugar que elijamos, a sus amos terroristas iraníes”, amenazó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Palabras similares a las del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, que tras el derribo de uno de sus cazas F-18 por los yemeníes, advirtió el jueves a Teherán que “pagará las consecuencias en el momento y el lugar que nosotros elijamos”.
El Ministerio de Exteriores de Irán negó este lunes en un comunicado todas las acusaciones de estar detrás de las acciones de los hutíes y las calificó como “infundadas” y “engañosas” y advirtió de las consecuencias de cualquier agresión en su contra.
“La República Islámica de Irán condena enérgicamente las recientes amenazas de Estados Unidos y el régimen sionista (Israel) contra nuestra patria”, afirmó el ministerio.
Casi al mismo tiempo, se inauguró en la plaza Palestina de Teherán un nuevo mural antiisraelí con la imagen de una daga yemení sobre el mapa de Israel y con un texto de advertencia: “Todos los objetivos están a nuestro alcance. ¡Misiles yemeníes por ahora!”.
Más tarde, el portavoz de la diplomacia iraní, Ismail Baghaei, alertó en su rueda de prensa semanal que Irán responderá con toda su fuerza a cualquier agresión.
“Nuestras fuerzas armadas responderán, sin duda, con toda su fuerza a cualquier agresión y aventurerismo, de la manera más firme posible. No tengan duda”, aseguró Baghaei.
En este sentido, el ministro de Defensa de Irán, Aziz Nasirzadeh, advirtió que en caso de un ataque estadounidense contra el país persa “atacaremos sus intereses y sus bases” en Oriente Medio.
En una entrevista con la televisión estatal, emitida anoche, el alto cargo castrense dijo que si se impone una guerra a Irán, “utilizaremos armas nunca antes utilizadas”.
Sus advertencias llegaron justo después de presentar un nuevo misil balístico con un alcance de 1.200 kilómetros, denominado Qassem Basir.
Esta nueva escalada de la tensión se produce en medio de las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos que comenzaron el 12 de abril, y que hasta ahora se han celebrado en tres rondas bajo la mediación de Omán.
Washington ha apuntado, en varias ocasiones, que un pacto debe llevar al fin del apoyo de Irán a grupos regionales, como los hutíes de Yemen, así como su programa de misiles.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha advertido que en caso de no alcanzar un acuerdo con Irán lanzaría una ofensiva militar contra el país, dijo ayer a la cadena estadounidense NBC, que su objetivo en las conversaciones es el “desmantelamiento total” de las instalaciones nucleares de Teherán.
Pero la República Islámica considera estas cuestiones como líneas rojas e innegociables.
Las autoridades iraníes afirman que solo está en discusión la limitación del enriquecimiento de uranio y el levantamiento de las sanciones, tal como ocurrió con el acuerdo nuclear de 2015, firmado entre el país persa y las potencias nucleares, del que se salió Trump durante su primer mandato (2017-2021), y reimpuso las sanciones en el marco de la política de “máxima presión”. EFE
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