Población migrante en albergues en sur de México cae hasta 90 % por las políticas de Trump

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Tapachula (México), 4 may (EFE).- La población migrante que se aloja en albergues en la frontera sur de México ha disminuido hasta en un 90 %, según encargados de esos centros, debido al endurecimiento de las políticas migratorias del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien ha amenazado con deportaciones masivas.

“Ahora ha bajado mucho, creo que un 80 o 90 % la población migratoria (desde la llegada del) presidente de Estados Unidos”, dijo a EFE Herbert Bermúdez, administrador del albergue ‘Jesús el Buen Pastor’, uno de los más grandes y antiguos de Tapachula.

Y apuntó que el flujo de migrantes descendió de manera "drástica" debido a los cambios en la política migratoria de Estados Unidos y la suspensión de CBP ONE, que permitía pedir cita para entrar de manera legal por la frontera.

Trump llegó al poder apoyado en un discurso antiinmigración, con la promesa de cerrar las puertas a quienes buscan emigrar o encontrar refugio en el país y de poner en marcha la mayor campaña de deportación de migrantes en la historia de EE.UU.

Bermúdez también dijo que actualmente las autoridades migratorias mexicanas ya no permiten avanzar a las personas que hacen trámites ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) con el objetivo de quedarse en México.

Este albergue, en el que anteriormente había hasta 1.500 personas, actualmente está recibiendo en promedio ocho personas al día, en su mayoría familias con niños, contó Bermúdez.

En ese mismo albergue se encuentra Julio César, migrante de El Salvador, quien llegó hace siete meses a Tapachula. Explicó que desde que Trump retiró las citas de CBP ONE muchas personas decidieron irse a sus países, lo que ha provocado que estos lugares luzcan casi vacíos.

“En el caso mío, por las políticas de mi país, no puedo regresarme, aunque yo quisiera”, señaló el hombre y contó que nunca había sido migrante, pero tuvo un problema en El Salvador que lo hizo salir hacia México.

“Llegué afuera del portón y me recibieron para que entrara a este albergue. Sentí miedo de quedarme en la calle, eso es lo que significa para mí este albergue, que se convirtió en un nuevo estilo de vida y refugio”, señaló.

Desde hace 15 días aproximadamente, Cinthia Paola, migrante de Honduras, ha visto poca presencia de migrantes en este albergue, ya que muchos se han arriesgado a moverse hacia el centro de México y otros han retornado a sus países de origen.

“Desde hace dos semanas se empezaron a ir las personas de manera voluntaria. Claro, todos se van a sus países, los que pueden suben (rumbo a Estados Unidos). (Pero) por lo mismo que Trump cerró la frontera, la mayor parte se regresan por miedo y por sus papeles que no pueden subir a la aplicación y ahora con los peligros que uno desconoce”, explicó.

La directora de Relaciones Internacionales y Desarrollo Transfronterizo municipal, Denisse Lugardo Escobar, declaró a EFE que los albergues están a un 30 % de su capacidad, por lo que invitó a quienes están en Tapachula y no tienen un lugar donde dormir o vivir a que se acerquen a refugios como la Perla, Hospitalidad y Solidaridad y Jesús el Buen Pastor.