Lawrence Wong reanima la popularidad del partido gobernante en la próspera Singapur

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Bangkok, 4 may (EFE).- El primer ministro de Singapur, Lawrence Wong, ha conseguido su principal meta de las elecciones de la ciudad-Estado. Su formación, el Partido de Acción Popular (PAP), que lleva seis décadas en el poder, ha logrado detener su caída y frenar el ascenso de una todavía reducida oposición.

El 65,67 % de los 2,7 millones ciudadanos registrados para votar manifestó en las elecciones parlamentarias de este sábado su apoyo al PAP, que ha gobernado Singapur desde la independencia, en 1965.

Los lo que convierte a Wong, un economista de 52 años, como el primer dirigente elegido en la isla para ocupar el poder sin pertenecer a la dinastía Lee .

Wong ha tomado el testigo de la dinastía Lee, iniciada por Lee Kuan Yew, considerado el "padre" de la patria por ser el artífice de la radical transformación de Singapur, que pasó de ser una isla de pescadores a uno de los países más prósperos del mundo.

El margen de apoyo en los comicios de este sábado es cinco por ciento mayor al obtenido en 2020 por el partido gobernante, que venía experimentando una merma en las urnas en los 15 años anteriores, lo que convirtió estos comicios en una suerte de plebiscito para el mandatario.

El resultado además otorga cuatro escaños más al PAP respecto a las últimas elecciones, si bien estos fueron creados recientemente en circunscripciones que la oposición considera ventajosas para el oficialismo.

Tras su abrumadora victoria, el economista ha sido felicitado por otros mandatarios, principalmente de Asia, donde Singapur es un importante centro financiero regional y un país con uno de los PIB per cápita más elevados del mundo.

Entre los desafíos que deberá afrontar en el nuevo mandato también figuran el aumento de la competencia regional, la escasez de vivienda pública o las crecientes desigualdades sociales.

Wong llegó al poder en mayo de 2024 desde su asiento de número dos del anterior primer ministro, Lee Hsien Loong, hijo del padre de la patria quien le cedió el testigo al dimitir a sus 72 años, tras dos décadas en el poder en la isla semiautocrática.

Durante su cerca de un año en el poder, Wong mantuvo una política continuista respecto a su predecesor, que aprovechó la etapa álgida de la globalización para consolidar el rol de Singapur como centro financiero regional, siguiendo la fórmula de su padre: aperturismo económico y control de las libertades

Ahora inicia un mandato con un presupuesto anual establecido que contempla vales de manutención, reembolsos de impuestos corporativos, subvenciones para la capacitación de empleados y ayudas a familias numerosas.

La ciudad-Estado, enorme exportadora, debe su éxito, sustentado en atraer multinacionales con el imán de bajos impuestos, a la globalización.

Wong también deberá ser garante del rol neutral que Singapur adopta ante las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos.

En el marco de la guerra comercial, el presidente estadounidense, Donald Trump, aplicó sobre la isla la base general de los llamados aranceles "recíprocos", un gravamen del 10 %.

El primer ministro singapurense criticó recientemente dicho arancel, al pronunciar que "no fueron acciones que uno le hace a un amigo".EFE

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