Las diferencias entre Irán y EE.UU. ponen en jaque las negociaciones nucleares

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Aydin Shayegan

Teherán, 4 may (EFE).- Después de tres rondas de negociaciones nucleares, Irán y Estados Unidos han vuelto al punto de partida. Teherán insiste en su derecho a enriquecer uranio mientras Washington le exige abandonarlo, así como renunciar al desarrollo de misiles de largo alcance.

Estas diferencias parecen haber desmoronado el marco general de las negociaciones, que se había acordado entre las partes en sus tres rondas de conversaciones indirectas que comenzaron el 12 de abril, bajo mediación de Omán, y que tenían programado continuar este sábado en Roma, pero fueron suspendidas.

El ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, negociador jefe de su país en las negociaciones con EE.UU., reconoció la semana pasada que hay diferencias entre las partes, sin dar detalles, aunque también habló de avances.

Esas discrepancias se hicieron públicas esta semana, después de que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, hablará de algunas de las líneas rojas de Irán.

“Un acuerdo con Irán tendría que incluir lo siguiente: su enriquecimiento tendría que ser detenido y sus instalaciones desmanteladas por los estadounidenses. Necesitaríamos inspectores estadounidenses en cualquier lugar y en cualquier momento y no inspectores internacionales”, afirmó Rubio el jueves en una entrevista con la cadena Fox News.

El jefe de la diplomacia de EE.UU. sostuvo que si Irán quiere tener energía nuclear pacífica, debe de importar el uranio que necesita para alimentar sus reactores.

Asimismo, Rubio pidió a Irán ignorar otra de sus líneas rojas, que es el desarrollo de misiles de largo alcance, algo que las autoridades políticas y militares consideran innegociable.

Teherán denunció que estas “posturas maximalistas y la retórica incendiaria destruirán las posibilidades de éxito” en las negociaciones y defendió su derecho a enriquecer uranio con fines pacíficos.

“Como signatario fundador del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), Irán tiene todo el derecho a tener un ciclo de combustible nuclear completo”, afirmó Araqchí el sábado en la red social X.

Negociaciones y amenazas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue adoptando la estrategia del palo y la zanahoria con Irán.

En medio de las negociaciones que hasta hace unos días ambas partes calificaban como “constructivas”, ha impuesto esta semana dos nuevas rondas de sanciones al país persa, que incluyen empresas en Irán, Emiratos Árabes Unidos y Turquía, con el fin de tratar de detener la venta de petróleo iraní.

Además, Trump amenazó el jueves con imponer sanciones secundarias a “cualquier país o persona que compre CUALQUIER CANTIDAD de petróleo o productos petroquímicos a Irán”.

En reacción, el Ministerio iraní de Exteriores emitió un comunicado, afirmando que “la República Islámica de Irán no tolerará enfoques basados en amenazas y presiones”, palabras que Teherán repitió una y otra vez, tras la llamada de Trump a negociar en enero, en paralelo a la reimposición de su llamada política de “máxima presión” contra Irán.

El magnate republicano, que durante su primer mandato (2017-2021) abandonó el acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y las potencias mundiales, además ha amenazado con lanzar una acción militar contra las instalaciones nucleares iraníes en caso de no lograr un nuevo pacto.

Un acuerdo que Irán aún considera que puede llegar con una “voluntad política y una actitud justa” por parte de Washington, aunque las partes todavía no han fijado una fecha para continuar sus conversaciones. EFE