
Diferentes socios parlamentarios del Gobierno han evitado posicionarse ante un eventual debate sobre la descentralización de la ubicación de la Cámara Alta, como plantearon en su día los socialistas catalanes y valencianos, y han exigido que se comience a cumplir la función territorial, por ejemplo con el uso completo de las lenguas cooficiales.
Así se han pronunciado desde ERC, PNV o BNG al ser consultados por Europa Press sobre un posible debate para mover el Senado fuera de Madrid, como llegaron a proponer algunos territorios como Cataluña, aunque se han centrado más en la parte territorial de la Cámara Alta que le consagra la Constitución.
En el caso de ERC, han avisado de que es un debate en el que no participan porque creen que hay cosas más "importantes". "El Senado se ha convertido en un anexo de Génova 13, se hace y deshace según sus intereses partidistas del PP, muchas veces acordando con el PSOE, o como plató de televisión de las disputas entre los dos grandes partidos del bipartidismo y no para abordar las necesidades territoriales de la ciudadanía", señalan en fuentes.
El BNG también cree que actualmente no se cumple la función territorial del Senado, teniendo en cuenta que no se han universalizado las lenguas cooficiales, y denuncian los intereses "partidistas" de la mayoría absoluta del PP.
Por su parte, el PNV ha señalado que este debate no está entre sus prioridades y que, por tanto, no es un tema sobre el que hayan reflexionado.
SE PLANTEÓ UNA DOBLE CAPITALIDAD
El debate sobre deslocalizar la sede del Senado lo abrieron los socialistas catalanes hace unos años, cuando llegaron a plantear incluso la doble capitalidad entre Madrid y Barcelona. De hecho, es una antigua propuesta que se remonta a 1992, cuando el expresidente catalán Pasqual Maragall verbalizó la petición de que la Cámara Alta se trasladara a Barcelona.
Más recientemente, el PSC llegó a recoger la propuesta de que Cataluña albergara sedes del Estado en su programa electoral de hace unos años, mientras que el expresidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, trazó un plan de descentralización en el que el Senado se trasladaría a Barcelona.
En cualquier caso, la actual dirección del grupo socialista en el Senado no ha abordado este debate, aunque contraponen su modelo con la "recentralización" que, a su juicio, están planteando el PP y Vox con la idea de "volver a un modelo de Estado en el que determinadas competencias no tengan la capacidad de gestión por parte de las comunidades".