RSF denuncia el retroceso "alarmante" de la libertad de prensa en gran parte de África

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Nairobi, 2 may (EFE).- La libertad de prensa retrocede de manera "alarmante" en gran parte del continente africano, donde la concentración y la dependencia de los anunciantes erosionan la independencia de los medios de comunicación, advirtió este viernes Reporteros Sin Fronteras (RSF).

En su clasificación anual de 2025, que evalúa la situación en 180 países, difundida en la víspera del Día Mundial de la Libertad de la Prensa, que se celebra este sábado, RSF constata que en África, "en numerosos casos, los medios están concentrados en manos de unos cuantos grupos privados próximos al poder o de personalidades con intereses políticos, comprometiendo su independencia".

Esta concentración es especialmente relevante en países como Nigeria (122º, -10 puestos), Sierra Leona (56º) o Camerún (131º) y suele estar vinculada a una dependencia de ingresos publicitarios procedentes mayoritariamente de los presupuestos de comunicación del Estado y de grandes compañías, como en Benín (92º) o Togo (121º).

Según la ONG defensora de la libertad de información, esa situación "intensifica la presión que sufren las redacciones, obligadas a autocensurarse por temor a perder estas fuentes de financiación".

En Kenia (117º), el caso del Daily Nation, principal diario del país, ilustra esa realidad: el operador de telecomunicaciones Safaricom retiró el pasado noviembre su publicidad del periódico, después de que éste revelase la implicación de la compañía en la vigilancia de las comunicaciones de los ciudadanos.

Asimismo, la falta de subvenciones públicas permanentes y transparentes debilita aún más al sector, y en diversos países las ayudas estatales son escasas o se distribuyen de forma discrecional.

En la región del Sahel, el deterioro de la seguridad también compromete la viabilidad de los medios.

Medios en Malí (119º, -5 puestos) y en Burkina Faso (105º, -19 puestos) han visto suspendidas sus actividades y sus trabajadores han tenido que desplazarse internamente o exiliarse, subraya RSF.

"Periodistas considerados críticos con las autoridades burkinesas -precisa- han sido incluso reclutados a la fuerza por el Ejército, reforzando el manto de silencio que pesa sobre la prensa".

En Sudán (156º) y el este de la República Democrática del Congo (RDC), el conflicto armado ha exacerbado las dificultades económicas de la prensa.

A esas trabas en materia de seguridad, se suman medidas judiciales y administrativas con graves consecuencias para la salud financiera de los medios, como en Guinea-Conakri, donde la retirada de las licencias de medios como Djoma TV o Espace FM ha supuesto la pérdida de más de 700 empleos.

Siete países africanos se sitúan en 2025 en el último cuarto de la clasificación de la ONG.

Uganda (143º), Etiopía (145º) y Ruanda (146º) pasan a estar este año en situación "muy grave", destaca RSF, mientras Burundi (125º), que ya se encontraba en la parte baja de la tabla, desciende 17 posiciones.

Eritrea (180º) se mantiene como el último país de la clasificación.

En esa nación del Cuerno de África, la prensa está sometida a las arbitrariedades de su presidente, Issaias Afeworki, y ya no queda ningún medio independiente en ese país "tristemente famoso por infligir las penas de prisión a periodistas más largas del mundo, como la que sufre el reportero sueco-eritreo Dawit Isaak".

En un continente africano donde informar es un desafío diario, agrega la ONG, la nota optimista la ponen países como Sudáfrica (27º), Namibia (28º), Cabo Verde (30º) o Gabón (41º). EFE