Enrique Rubio
Londres, 2 may (EFE).- La formación nacionalpopulista Reform UK, liderada por Nigel Farage, impulsor del Brexit, sacudió este viernes los cimientos de los dos grandes partidos británicos, laboristas y conservadores, al coronarse como gran vencedora en las elecciones municipales parciales en Inglaterra.
Se le podrán poner todos los peros que se quiera a la victoria de Reform, como que las alcaldías y consistorios en liza eran una minoría y muchos estaban en zonas conservadoras; que las locales suelen ser un castigo al gobierno; o que su predecesor, el Partido del Brexit, ya fue el más votado en unas europeas en 2019.
Sin embargo, lo cierto es que el resultado obliga a vislumbrar un escenario posible a futuro con Farage como primer ministro.
La irrupción de Reform -que según las proyecciones de voto a nivel nacional realizadas por la BBC obtuvo un 30 % de los votos, por 20 % de los laboristas, 17 % de los liberaldemócratas y 15 % de los conservadores- amenaza con cambiar las reglas del juego bipartidista en el Reino Unido.
El sistema mayoritario uninominal en el Reino Unido, que otorga un escaño por cada una de las 650 circunscripciones en que se divide el país, hace que los laboristas y 'tories' se hayan rotado desde hace más de un siglo en el gobierno.
Como síntoma de lo que podría avecinarse estuvo, al margen de las municipales, la reñida batalla por un escaño parlamentario que se ponía en juego en la circunscripción de Runcorn y y Helsby, que la candidata populista, Sarah Pochin, arrebató a los laboristas por solo seis votos.
Tras haber hecho estragos entre los votantes conservadores, Reform quiere ahora llevar la batalla a los territorios tradicionalmente favorables a los laboristas del primer ministro, Keir Starmer. O, en palabras del propio Farage, quiere "plantar sus tanques en los jardines del 'muro rojo'".
"Somos ahora el principal partido de la oposición" al Gobierno laborista británico, proclamó su líder, exultante.
Prometió recortar gasto público en los consistorios que controlará y acabar con las políticas de diversidad e inclusión, además de poner fin al teletrabajo en las instituciones municipales.
A falta de concluir el recuento en todos los 23 consejos municipales que eran elegidos, a las 18:00 hora local (16:00 GMT) Reform controlaba siete de ellos, con 585 concejales; los liberaldemócratas gobernarían en dos, con 334 concejales; mientras que los conservadores (270 concejales) y los laboristas (81 concejales) no conseguían mayoría suficiente en ninguno.
Otros siete consistorios no tenían mayorías, lo que obligaría a sus componentes a buscar pactos de gobierno.
Además, Reform se alzó con las primeras alcaldías de su historia, de las seis que se ponían en liza de forma directa: las de Greater Lincolnshire, obtenida por la exconservadora Andrea Jenkyns, y Hull and East Yorkshire, con Luke Campbell. Los laboristas lograban conservar tres, y los conservadores les arrebataban una.
Los resultados fueron devastadores para los 'tories' y su nueva líder, Kemi Badenoch, quien no logra remontar en las encuestas y sobre quien surgen cada vez más dudas ante la pujanza populista.
En su primera reacción, Badenoch dijo que a la prensa que la ciudadanía "no está lista todavía para confiar" en los conservadores, y pidió disculpas a sus candidatos.
Por su lado, Starmer, reconoció sentirse "decepcionado", pese a lo cual dijo haber "entendido" el mensaje de las urnas.
"Fuimos elegidos (en las elecciones generales) el año pasado para traer el cambio. Estoy decidido a que avancemos más y más rápido hacia ese cambio que la gente quiere ver", mantuvo el primer ministro, que gobierna con mayoría absoluta. EFE
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