La CIJ escucha los ruegos de decenas de países para que Israel permita la ayuda en Gaza

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Imane Rachidi

La Haya, 2 may (EFE).- La Corte Internacional de Justicia (CIJ) culminó este viernes una semana de audiencias en las que escuchó a decenas de países urgir a Israel a cooperar con la UNRWA y proteger a su personal, una oda a la “humanidad” y la “legalidad” que coincide con el cumplimiento de dos meses desde el veto israelí absoluto al acceso de ayuda humanitaria a Gaza.

Representantes de más de 40 países y organizaciones internacionales desfilaron uno a uno desde el lunes ante los jueces del máximo tribunal de Naciones Unidas, aseverando lo que ellos entienden que el derecho internacional dice de las obligaciones de Israel, como miembro de la ONU y como “potencia ocupante” de los territorios palestinos, hacia los grupos humanitarios.

La ONU abrió la semana de audiencias. Su secretaria general adjunta de Asuntos Jurídicos, Elinor Hammarskjöld, le leyó a Israel sus “obligaciones” legales: debe “permitir y facilitar” que las entidades de la ONU ayuden a la población local, y “el personal humanitario, médico y de la ONU debe ser protegido: no se les puede atacar, arrestar, intimidar, ni impedir su labor”.

“Si tiene dudas sobre la imparcialidad de una organización humanitaria, no puede simplemente decir que no es imparcial y bloquear su ayuda. Debe hablarlo con la organización”, señaló, en referencia al veto israelí a la UNRWA bajo la acusación de supuestos vínculos con Hamás y participación en el ataque del 7 de octubre de 2023.

Además, añadió la ONU, “la ocupación continua por Israel es ilegal”, el derecho internacional “prohíbe tomar territorios por la fuerza” y el Gobierno israelí “no tiene derecho a la soberanía sobre ningún” territorio palestino.

Israel no participó en las audiencias, pero envió declaraciones escritas en las que afirmó estar “plenamente comprometido a cumplir con el derecho internacional; pero ese no es un pacto suicida” y consideró que cooperar con la UNRWA es “aceptar o facilitar un grave riesgo para sus ciudadanos y su territorio”.

En su defensa salió principalmente Estados Unidos, que subrayó las “preocupaciones serias y creíbles” sobre la UNRWA y consideró que Israel “conserva un margen de apreciación respecto a qué planes de ayuda permitir”, mientras “avanza en sus propios intereses militares y de seguridad”.

El embajador palestino, Ammar Hijaz, denunció que Israel ha convertido “Palestina, en particular Gaza, en una fosa común para palestinos y para quienes vienen en su ayuda” y pidió a los jueces evaluar el veto israelí a la ayuda “en el contexto de borrado y desplazamiento forzado”.

“La hambruna está aquí. La ayuda humanitaria está siendo utilizada como un arma de guerra (…) Esta crisis legal y moral no se remonta a hace 18 meses. Israel ha estado desposeyendo, desplazando, masacrando y encarcelando sistemáticamente a los palestinos en un flagrante desprecio absoluto por el derecho internacional”, lamentó Hijazi.

Sudáfrica lamentó que el Estado israelí “disfruta de una especie de trato especial que lo protege de rendir cuentas” por violar normas internacionales, porque “cualquier persona o entidad que intenta hacer que Israel rinda cuentas por sus actos inhumanos e ilegales sufre represalias y sanciones”.

Rusia, que libra su propia guerra en Ucrania, consideró que aceptar el veto a la UNRWA sería “un precedente peligroso” al permitir que un país “desmantele” una agencia de la ONU al considerarla “incómoda”, y denunció que millones de palestinos “enfrentan una desesperación existencial”.

Para China, la UNRWA es la “columna vertebral” de la ayuda humanitaria en Palestina, y su “rol en aliviar la crisis humanitaria en la Franja es indispensable e insustituible”, y, añadió, Israel “no puede ejercer soberanía” en los territorios palestinos, “ni prohibir” actividades de la ONU.

Incluso dos socios habituales de Israel mantuvieron posturas duras hacia el trato dado a la UNRWA. Francia consideró que Israel está “obligado a brindar plena asistencia a la agencia en el territorio palestino ocupado, lo que implica, como mínimo, la obligación de no impedir sus actividades” sobre el terreno.

Reino Unido defendió que la UNRWA es “una organización humanitaria imparcial” y urgió a Israel permitir el acceso “completo, rápido, seguro y sin obstáculos” de la ayuda, además de autorizar visitas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a “detenidos palestinos”.

Los jueces emitirán en los próximos meses su opinión consultiva sobre las obligaciones de Israel hacia las organizaciones humanitarias.

Será la tercera vez que la CIJ opina sobre el conflicto palestino-israelí.

El año pasado, consideró que las políticas de asentamientos israelíes “violan el derecho internacional” y la "presencia continua" de Israel en Palestina es "ilegal”, por lo que le exigió la “evacuación de todos los colonos”, y la devolución de tierras a sus residentes originales desplazados desde 1967. En 2004, confirmó la ilegalidad del muro de separación. EFE

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