EE.UU. intenta mediar entre la India y Pakistán para rebajar las tensiones

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Nueva Delhi/Islamabad, 1 may (EFE).- El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, y el ministro de Exteriores de la India, Subrahmanyam Jaishankar, mantuvieron conversaciones telefónicas separadas con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en medio de la creciente tensión entre los vecinos con armas nucleares tras el atentado en Cachemira india.

Sharif rechazó en la conversación que tuvo lugar anoche cualquier vinculación de su país con el atentado y denunció "el comportamiento provocador y escalatorio” de la India, que consideró "profundamente decepcionante y preocupante", según un comunicado del gobierno paquistaní publicado este jueves.

Sharif también advirtió sobre el peligro de que India "instrumentalice el agua", un recurso vital para 240 millones de paquistaníes, y reiteró que el Tratado de Aguas del Indo, un pacto histórico para compartir el agua del rio entre las dos naciones, "no permite a ninguna parte incumplir unilateralmente sus compromisos".

La India anunció hace una semana la suspensión de este acuerdo como medida punitiva contra Islamabad, si bien la medida no ha tenido de momento consecuencias materiales.

Por su parte, el ministro de Exteriores de la India publicó en la red social X que aseguró que "los autores, patrocinadores y planificadores" del ataque "deben ser llevados ante la justicia".

En un comunicado la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Tammy Bruce, indicó que Rubio "urgió a Pakistán a cooperar con la investigación" de este ataque.

El secretario de Estado además alentó a ambos países a "restablecer canales de comunicación directa y mantener la paz y la seguridad en Asia Meridional", indicó la portavoz.

La región vive momentos de alta tensión desde la masacre en Cachemira en la que murieron 25 indios y un nepalí, ataque que la India atribuye a Pakistán mientras Islamabad rechaza las acusaciones y pide una investigación independiente.

La disputa amenaza con empeorar los ya frágiles vínculos entre las dos potencias nucleares vecinas. EFE