Nueva York, 30 abr (EFE).- La productora Miriam Haley, una de las tres mujeres que acusa a Harvey Weinstein de abuso sexual y violación en un nuevo juicio en Nueva York, aseguró durante su comparecencia hoy que volvió a reunirse con el magnate audiovisual tras su primer incidente porque "no sabía cómo reaccionar".
"Me sentía atrapada con todo, no sabía cómo tomármelo y no sabía cómo reaccionar. Él era muy insistente. Me convenció para ir y fui. Quería dejar de sentirme mal", expresó Haley tras ser preguntada por la Fiscalía acerca de este segundo suceso, ocurrido a finales de julio en el neoyorquino Hotel Grand Tribeca.
Haley es una antigua asistente de producción que ya fue parte de la acusación en el primer proceso en la Gran Manzana contra Weinstein, quien presuntamente le practicó sexo oral a la fuerza en un apartamento de la ciudad a principios de dicho mes y, semanas después, la habría violado en otro encuentro.
La mujer, de origen finlandés y que ahora 48 tiene años, narró que llegó a la recepción del hotel y que un asistente la acompañó hasta la habitación de Weinstein, quien "nada más abrir la puerta", la agarró del brazo, la empujó hacia la cama y la desnudó: "Yo dije 'no, no otra vez'. Me sentí muy estúpida de que me volviera a ocurrir", afirmó.
"Me dijo cosas como puta o perra. Yo le dije que no lo era (...) Estaba encima de mi y puso su pene en mi vagina (...) Eyaculó (...) No usó condón, pero me dijo que no me preocupara porque no podía tener hijos", relató entre lágrimas Haley ante preguntas individuales y detalladas de la Fiscalía.
Weinstein (73 años) enfrenta cargos en Nueva York por varios casos recogidos en esta denuncia; a la denuncia de Haley se suma la de Jessica Mann, una aspirante a actriz que asegura haber sido violada en una habitación de hotel de Manhattan en 2013; y la de la exmodelo Kaja Sokola, que se ha añadido a la acusación por un episodio similar en 2006.
Durante el proceso anterior, Haley sostuvo con rotundidad que "de ninguna manera" quería volver a tener que pasar por el trago de testificar contra Weinstein, pero finalmente accedió a hacerlo en este nuevo juicio.
"Siempre fui clara con él diciéndole que no quería nada sexual o romántico", recalcó hoy Haley, a la que espera próximamente un interrogatorio por parte de la defensa de Weinstein, que se adivina duro.
Los abogados del acusado pondrán el foco nuevamente en cómo accedió a volver a reunirse con Weinstein tras el supuesto primer abuso y también en por qué envió correos electrónicos a sus asistentes instándoles a volver a trabajar juntos después de los dos episodios.
"No tenía dónde ir ni a quién denunciar. Ni siquiera podía hablar con la prensa porque él era muy poderoso (...) Tampoco quería quedar mal porque pensaba que solo me lo había hecho a mí; que eso solo podía pasarme a mí", razonó Haley a preguntas de los fiscales. EFE
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