El presidente de Túnez tilda de "injerencia" las críticas a las condenas a unos 40 acusados por conspiración

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El presidente de Túnez, Kais Saied, ha cargado contra las "inaceptables" críticas internacionales a las duras condenas de cárcel emitidas por los tribunales contra unas 40 personas, entre ellas varios opositores, acusadas de conspirar contra el Gobierno, unas denuncias que ha tildado de "injerencia flagrante" en los asuntos internos del país.

Saied ha trasladado al ministro de Exteriores tunecino, Mohamed Alí Nafti, que "las afirmaciones y declaraciones emitidas por partes extranjeras son inaceptables, tanto en la forma como en el contenido, y constituyen una injerencia flagrante en los asuntos internos de Túnez", según un comunicado publicado por la Presidencia de Túnez en su cuenta en la red social Facebook.

Así, ha recalcado que "Túnez no es una granja ni un jardín" y ha afirmado que "si bien algunos lamentan la exclusión de los observadores internacionales (de los juicios), Túnez puede igualmente enviar observadores a esos países que han mostrados sus preocupaciones (...) y pedir que cambien su legislación y enmienden sus procedimientos".

"Estas partes muestran preocupación cuando les conviene, pero no se preocupan cuando miran su situación actual en lugar de su pasado", ha criticado, en una aparente referencia a Francia, antigua potencia colonial de Túnez que se ha sumado a las críticas a las condenas a estas personas, entre las que hay varios ciudadanos franceses.

El comunicado ha sido publicado en respuesta a la catarata de críticas a las condenas contra los cerca de 40 condenados, sentenciados a penas de hasta 66 años de prisión y acusados de conspirar contra la seguridad interna y externa del Estado, vínculos con grupos terroristas, atacar la integridad del Estado e incitación a la violencia.

En este contexto, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, calificó la semana pasada el fallo del tribunal como "un retroceso para la justicia y el Estado de derecho" y agregó que "el proceso estuvo empañado por violaciones de los derechos a un juicio justo y al debido proceso, lo que generó serias preocupaciones sobre sus motivaciones políticas".

Asimismo, el portavoz de Ampliación de la Unión Europea (UE), Guillaume Mercier, afirmó que el bloque "toma nota" de las "duras" condenas y de "las controversias denunciadas en torno al proceso judicial", al tiempo que recalcó que la UE "recuerda periódicamente la importancia de la libertad de expresión, del respeto del derecho a un juicio justo y de las garantías procesales" en sus contactos con las autoridades tunecinas.

Saied asumió poderes adicionales en 2021 cuando cerró el Parlamento electo, dominado por la formación islamista Ennahda, y pasó a gobernar por decreto antes de asumir la autoridad sobre el poder judicial, una acción por la que asumió todas las competencias estatales y considerada por sus críticos como un autogolpe de Estado.

La oposición, aglutinada mayoritariamente en torno al Frente de Salvación Nacional (FSN), ha denunciado desde entonces una deriva autoritaria del presidente del país y ha exigido su dimisión, especialmente ante la oleada de detenciones de opositores, activistas y periodistas, así como las bajas tasas de participación en el referéndum constitucional y las elecciones celebradas desde entonces en Túnez.