La Eurocámara apoya la nueva estrategia industrial para elevar la producción militar en Europa

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El Parlamento Europeo ha apoyado este jueves la nueva estrategia industrial de Defensa con la que la Unión Europea quiere elevar su producción armamentística de forma coordinada, promoviendo más compras conjuntas de equipos militares fabricados en el continente, y ha acordado su posición de cara a unas negociaciones en las que pedirá un mecanismo específico para apoyar al sector militar de Ucrania.

Con 90 votos a favor, 20 en contra y 5 abstenciones, las comisiones de Industria y Defensa de la Eurocámara han aprobado la posición negociadora del Parlamento Europeo que, en su mayoría, avala la propuesta de la Comisión Europea pero incluye propuestas propias como un nuevo instrumento para apoyar la base industrial y tecnológica de Ucrania.

De lado de los socialdemócratas, el ponente Raphael Glucksmann ha valorado que el marco legislativo asegurará que la UE puede disuadir amenazas, al tiempo que potencia la producción doméstica de armamento, garantiza el control sobre el uso de los equipos militares y "allana el camino a la autonomía europea".

"El marco garantizará que la seguridad de Europa sea lo primero, dando prioridad a las necesidades europeas de defensa en tiempos de crisis. El programa es un paso crucial hacia una defensa europea verdaderamente común, pero seguimos necesitando más fondos comunes de la UE para valernos por nosotros mismos", ha reiterado.

PROPUESTA DE BRUSELAS

El Ejecutivo europeo lanzó su propuesta en marzo del año pasado, en un plan con el que quiere promover su sector militar a través de compras conjuntas, con el objetivo para 2030 de que el 50% de las adquisiciones sean de equipos europeos y el 40% de las compras se hagan de forma conjunta.

Con este plan, la UE quiere contar con una producción militar que siga los tiempos y las cantidades necesarias que exige un escenario de seguridad más complejo.

La iniciativa movilizará 1.500 millones de euros del Fondo Europeo de Defensa con los que quiere dar más claridad y predictibilidad a la industria europea de la Defensa, además de proveer de un marco legal para conseguir agilizar las compras y fijar una prioridad para pedidos europeos en tiempos de crisis, pero la propuesta no incluye nuevas formas de financiación que Bruselas espera movilizar a través de otros mecanismos que ha ido presentado para impulsar el gasto en Defensa.