Celaá: Algunos cardenales españoles que estarán en el cónclave "tienen mucha fuerza"

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Ciudad del Vaticano, 24 abr (EFE).- La embajadora española ante la Santa Sede, Isabel Celaá, aseguró este jueves a EFE que hay algunos cardenales españoles "con mucha fuerza" que participarán en el próximo cónclave, en el que se elegirá al sucesor del papa Francisco, fallecido el lunes a los 88 años por un ictus.

"Me parecería muy bien porque algunos tienen mucha fuerza", dijo Celaá al ser preguntada sobre el cónclave, que contará con cinco cardenales españoles con derecho a voto.

A su juicio, "tenemos algunos muy buenos. El propio arzobispo de Madrid, José Cobo Cano, es extraordinario, aunque le coge un poco joven (59 años)" porque "también hay que tener una edad" para ser papa, explicó la embajadora.

"Pero también tenemos a Ángel Fernández Artime, salesiano que trabaja en la curia, extraordinario también", añadió sobre el proprefecto del Dicasterio (ministerio vaticano) para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, de 64 años.

Asimismo, aseguró que "hay muchos muy buenos, como (Juan José) Omella", arzobispo de Barcelona, de 79 años, una edad elevada que puede jugar en su contra.

Además de Cobo Cano, Fernádez Artime y Omella, también estarán en el cónclave Antonio Cañizares y Carlos Osoro, junto a otros dos cardenales nacidos en España que han desarrollado su actividad pastoral fuera del país y, por tanto, el Vaticano los cuenta como cardenales de otros países: Cristobal López Romero, arzobispo de Rabat, y Francois-Xavier Bustillo, obispo de Córcega.

En cualquier caso, declaró, el nuevo papa "probablemente tendrá otro estilo" que Francisco, "pero hay determinadas cuestiones que han avanzado en la Iglesia que son de muy difícil retroceso", por lo que "lo más normal es que siga un poco su senda o aproveche su legado" y que "construya a partir de él".

Porque Francisco "era muy necesario para la iglesia y estaba haciendo una gran labor", era "un papá gobernante, en ejercicio de su cargo", "no solamente un líder espiritual, sino también obviamente político".

"Era un papa que conocía el mundo y que además quería una Iglesia abierta al mundo, abierta a los desafíos contemporáneos más grandes, como la inmigración, el drama humanitario, que había que mirar a la cara y tratar de corregir por parte de los gobernantes", añadió sobre el llamado "papa de los pobres".

Celaá alabó las reformas que intentó llevar, desde la transparencia de las finanzas vaticanas a la denuncia de los abusos sexuales o el papel de las mujeres en la Iglesia y hasta el uso ético de la inteligencia artificial.

"Era tremendamente polifacético, nada le era ajeno y se atrevió con energía a asomarse a los problemas del mundo", dijo, al tiempo que destacó su cercanía personal, "su sonrisa y su simpatía y sentido del humor".

Ha sido, insistió "un papa de referencia. No se va a olvidar", antes de añadir: "Nosotros le quisimos mucho y él quería mucho a España, tenía muy buena relación con el presidente de Gobierno -Pedro Sánchez- y por supuesto con el rey -Felipe VI-".

"Creo que nuestra relación ha sido fluida y ha ido proponiendo caminos de encuentro y han sido fructíferos", concluyó. EFE