Empresa naviera china COSCO critica aranceles portuarios de EE.UU. y advierte de su efecto

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Pekín, 21 abr (EFE).- La empresa naviera estatal china COSCO expresó este lunes su "firme oposición" a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles portuarios a los buques construidos y operados por el país asiático, al tiempo que advertía del impacto de esta medida en las cadenas de suministro.

La empresa indicó en un comunicado que este movimiento "no favorece la competencia justa ni el orden normal de funcionamiento comercial en la industria naviera mundial", además de estar basado en "falsedades".

Los nuevos aranceles portuarios "tendrán un impacto en el desarrollo estable y saludable de la industria naviera mundial y pondrán en peligro la estabilidad y la seguridad de la cadena industrial y la cadena de suministro", manifestó COSCO.

"Como empresa responsable de envíos y logística internacional, siempre nos adherimos a los conceptos de integridad, transparencia y cumplimiento para participar en la competencia de envíos globales", declaró la compañía, que agregó que "protegerá los intereses" de sus clientes.

COSCO posee más de 40 terminales de contenedores en todo el mundo, con un movimiento global de más de 90 millones de TEU, y es una de las mayores navieras del mundo en tráfico de contenedores, con más de 300 buques.

El pasado viernes, la Cancillería china condenó las nuevas tasas e instó a Washington a que "termine ya" con sus "prácticas erróneas".

"Medidas como la imposición de tasas portuarias y aranceles a los equipos de manipulación de carga de China son perjudiciales para todo el mundo. Hacen subir los costos del transporte marítimo global, perturban la estabilidad de la cadena de suministro global y hacen aumentar la presión inflacionaria en Estados Unidos", señaló el portavoz de Exteriores Lin Jian en rueda de prensa.

Trump impuso el pasado jueves estos aranceles portuarios, una medida que viene de la administración de Joe Biden (2021-2025) bajo la Sección 301 del Código de Comercio estadounidense para gravar a las embarcaciones chinas que llegan a puertos estadounidenses.

La guerra comercial desatada por el mandatario republicano se intensificó el pasado 2 de abril con el anuncio de "aranceles recíprocos" para el resto del mundo, una medida que rectificó después ante las caídas de los mercados y el encarecimiento de la financiación de la deuda estadounidense.

Pero a la vez que suavizaba su ofensiva con la mayoría de países aplicando un arancel generalizado del 10 %, Trump decidió incrementar los gravámenes a China hasta un máximo del 245 % por haber respondido con represalias. Mientras, Pekín ha elevado los suyos sobre productos estadounidenses hasta el 125 %.

EE. UU. decidió dejar numerosos productos tecnológicos chinos sin gravar, aunque Trump anunció aranceles para semiconductores que se aplicarán "en un futuro próximo". EFE