Italia expulsa desde el centro construido en Albania al primer migrante, un bangladesí

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Roma, 19 abr (EFE). Italia repatrió este sábado al primer migrante, un bangladesí, de los 40 que habían sido llevados el pasado 11 de abril a los centros construidos en Albania, después de que se reconvirtieran en lugares de espera para personas que ya contaban con una orden de expulsión.

"Primera repatriación desde Albania de un ciudadano extranjero detenido en el Centro de Repatriación de Gjader. Las operaciones de repatriación de inmigrantes irregulares continuarán en los próximos días, tal como prevé la estrategia del gobierno para una acción más eficaz contra la inmigración ilegal", anunció el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, en su perfil de X.

El ciudadano repatriado es un bangladesí de 42 años que llegó a Italia en 2009 y fue expulsado por peligrosidad social. Tiene varias condenas anteriores, entre ellas un episodio grave de violencia doméstica, según los medios.

Los 40 migrantes llegaron a los centros en Albania después de que el Gobierno italiano tuviera que modificar el uso de estas polémicas instalaciones ideadas en un primer momento como lugares de detención de los migrantes interceptados en el mar, pero cuya aplicación detuvieron los jueces italianos con varias sentencias que apelaron a que pronunciase la Justicia europea.

Piantedosi explicó que, en espera de la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), los centros se utilizarán para la repatriación de migrantes que ya cuentan con una orden de expulsión.

El Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni abrió dos centros en octubre en Albania, tras alcanzar un acuerdo con ese país, para expulsar desde allí a los inmigrantes interceptados en el Mediterráneo central sin derecho a asilo, pero, tras semanas inutilizados por las trabas de la Justicia, decidió convertirlos en centros de repatriación.

La idea inicial era destinar a los centros a los inmigrantes rescatados en el mar que no tuvieran derecho al asilo -varones sanos y procedentes de países considerados seguros-, pero los tribunales italianos se negaron a convalidar las detenciones en Albania y recurrieron al TJUE, cuya sentencia se espera en junio.

La posición de los jueces suscitó un sonado encontronazo con el Gobierno de Meloni y también hizo que, desde entonces, los centros en Albania hayan quedado inutilizados.

Para superar esta situación y amortizar los centros -cuyo coste se estima en torno a 800 millones de euros-, el Gobierno italiano decidió cambiar su función con un decreto el pasado 28 de marzo.

De este modo, ha ampliado las funciones de estos recintos para considerarlos dos centros más de Permanencia para la Repatriación (CPR) más de su red de acogida y donde los imigrantes presentes en Italia y con el asilo denegado, esperan su expulsión. Con la normativa vigente, podrán permanecer encerrados en Albania hasta 18 meses. EFE