Clara Mattei, experta en austeridad: Rearme es buena excusa para recortar en gasto social

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Madrid, 19 abr (EFE).- Los llamados en Europa a aumentar el gasto en defensa y al rearme son, según la experta en austeridad Clara Mattei, una "buena excusa" para que los gobiernos "sigan recortando en gasto social", algo que –en su opinión– beneficia al funcionamiento del sistema capitalista.

Mattei, economista italiana en la Universidad de Tulsa que lidera el Centro para la Economía Heterodoxa (CHE), explica a EFE que el militarismo es "perfecto" porque justifica que no haya presupuesto suficiente para gastos sociales y, además, no se invierte en políticas sociales que podrían "politizar a la gente".

"Lo mejor que puede hacer un sistema capitalista es estimular la economía fomentando guerras y genocidios, al tiempo que se aseguran de que la gente siga empobrecida y sin recursos, para que en última instancia no puedan participar en el intento de pensar en modelos económicos alternativos", asegura de manera telemática desde Tulsa (EEUU).

Mattei, que acaba de publicar en español 'El orden del capital. Cómo los economistas inventaron la austeridad y allanaron el camino al fascismo' (Capitán Swing), argumenta que el "miedo al rearme" y las narrativas belicistas son "pura ideología capitalista": "están tratando de decir que estamos en el mismo barco, que las clases no importan".

"Lo que realmente está sucediendo –dice– es, una vez más, que están dando regalos a los accionistas de enormes corporaciones, mientras que la gente normal no recibe nada y sólo obtendrán menos servicios sociales", remata.

El problema de la estimulación de la economía mediante el militarismo, según la economista, es que "terminas usando estas armas", y hay pruebas históricas de que "las grandes guerras se producen porque el sistema acaba implosionando por su propia lógica".

Sobre las narrativas de austeridad y recortes que están liderando las políticas de gobiernos como el de Argentina o el de EE. UU., Mattei expone que precisamente en estos dos casos fallan en la narrativa histórica de la eficiencia y la frugalidad y están mostrando su "verdadera naturaleza", una "guerra de clases unilateral de los gobiernos contra los trabajadores".

Para la experta, la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) o, todavía de manera más explícita, la simbología de la motosierra popularizada por el presidente argentino, Javier Milei, no es precisamente "bueno" para la idea de que la austeridad es beneficiosa para la población.

"Es un símbolo muy violento. Una motosierra duele", apunta, si bien sirve como "manifestación de violencia económica" de la austeridad, algo que "está plenamente arraigada en nuestro sistema".

"La austeridad es siempre es violenta, aunque se proponga en términos más tecnocráticos. Siempre se trata de quitar recursos a la gente para subvencionar el riesgo y proteger a los inversores, a las corporaciones y al gran capital", teoriza.

Para Mattei, el éxito de las políticas de austeridad, aupadas por narrativas de economistas que venden estas decisiones como "herramientas técnicas neutrales", se resumen en la debilitación de la clase trabajadora hasta el punto de que ha "eliminado la conciencia de clase y el sentido de solidaridad", hasta el punto de que "acaban votando por más Trump y por más Milei".

"La política de austeridad ha operado constantemente para beneficiar a los que tienen capital, y hoy más que nunca es muy obvio que sólo están perpetuando políticas que benefician directamente a personas como ellos mismos", resume, "están politizando el sistema económico".

Lo significativo para la experta, y la prueba de que "la austeridad está en el ADN de nuestra economía y es la mejor manera de gobernar nuestro sistema económico", es que Trump ya ni usa los ajustes económicos o el déficit como justificación para sus políticas de recortes draconianos a servicios sociales.

"Trump solo dice: 'Tenemos que recortar todos los subsidios a los pobres porque son perezosos'. Ni siquiera está usando la excusa de que necesitamos equilibrar el presupuesto. Eso ya no existe. Se trata de castigar, castigar y castigar", sentencia. EFE