Islamabad, 18 abr (EFE).- La premio nobel de la Paz paquistaní Malala Yousafzai instó a Islamabad a detener las deportaciones de migrantes afganos desde Pakistán a Afganistán, para proteger a las familias y garantizar que las niñas puedan asistir a las escuelas.
"En este momento. Afganistán no es un lugar seguro, especialmente para las niñas y mujeres. Los retornos forzados sólo agravarán su trauma y las pondrán en grave peligro. El gobierno debe detener estas deportaciones, proteger a las familias vulnerables y garantizar que las niñas puedan asistir a la escuela", dijo Yousafzai en un mensaje publicado anoche en su perfil de la red social X.
Yousafzai pidió a la comunidad internacional que intensifique sus esfuerzos, abra vías de reasentamiento para los afganos deportados y ejerza "la máxima presión sobre los talibanes", que gobiernan de facto Afganistán desde su llegada al poder en agosto de 2021.
"Hasta entonces, el mundo debe ofrecer refugio, no rechazo", dijo la nobel de la Paz, que aseguró que le "devasta ver a miles de refugiados afganos vulnerables deportados de Pakistán para vivir bajo el brutal régimen de segregación de género de los talibanes".
Yousafzai aseguró que las niñas y las mujeres "se verán privadas de todos sus derechos humanos, como ir a la escuela, trabajar y expresarse libremente".
"Los paquistaníes siempre han acogido en sus comunidades a los afganos, muchos de los cuales llevan décadas viviendo en el país. Han tratado con amabilidad y hospitalidad a las familias que huyen de la guerra y la violencia", añadió la activista de 27 años.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, cerca de 60.000 afganos fueron expulsados de Pakistán entre el 1 y el 13 de abril.
Su expulsión forzada forma parte de la campaña de deportación masiva de migrantes, que las autoridades paquistaníes pusieron en marcha en 2023 con la expulsión de indocumentados, pero que se extendió a los titulares de la tarjeta de ciudadanía afgana, una especie de permiso temporal, el pasado 1 de abril.
La activista Malala Yousafzai fue tiroteada por los talibanes paquistaníes -hermanos ideológicos de los fundamentalistas afganos- a los 15 años, cuando volvía del colegio en octubre de 2012.
Un grupo de talibanes la subieron a una camioneta y le dispararon en la cabeza en una zona que dominaban y en la que había impuesto un estricto régimen que prohibía la asistencia de las niñas a las escuelas.
Tras el ataque, fue evacuada al Reino Unido para recibir tratamiento médico y ha residido allí desde entonces. Su defensa de la educación de las niñas la convirtió en una figura mundial prominente que culminó con la recepción del Premio Nobel de la Paz en 2014, a los 17 años, convirtiéndose en la galardonada más joven.
En enero, durante un foro en Pakistán, Yousafzai condenó las políticas de los talibanes afganos en materia de educación de las niñas y el "apartheid de género" que, en su opinión, fomenta Kabul. EFE