El primer ministro de Malasia trata con militares y oposición birmana el futuro del país tras el terremoto

Guardar

El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, ha mantenido en las últimas horas una ronda de conversaciones con el líder militar birmano, el general Min Aung Hlaing, y el primer ministro del gobierno opositor en el exilio, Mahn Winn Khaing Thann, la crítica situación en Birmania tras el devastador terremoto del 28 de marzo y su impacto añadido al conflicto armado que atraviesa el país.

Militares y rebeldes anunciaron a principios de mes un alto el fuego que ambas partes se han acusado mutuamente de incumplir mientras el país intenta estabilizar los esfuerzos de ayuda tras el seísmo, que oficialmente ha dejado en torno a los 3.700 muertos, según las estimaciones más conservadoras.

En este contexto, el primer ministro malasio, que ahora mismo ocupa la presidencia rotatoria de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) --el organismo panregional encargado tanto de supervisar la llegada de ayuda como de los esfuerzos para el fin del conflicto--, ha mantenido una discusión "franca y constructiva" con el general golpista "centrada en las necesidades humanitarias urgentes del pueblo birmano, incluido el despliegue inmediato de un hospital de campaña, así como en la importancia de que el país vuelva a la normalidad".

El primer ministro aprovechó para celebrar el hecho de que la junta militar anunciara ayer la liberación de 4.800 detenidos con motivo de la celebración de Ata Thingyan, el año nuevo birmano, una "señal importante".

Después, Anwar ha hablado con el jefe del Gobierno en el exilio birmano en conversación telefónica donde ambos trataron "cuestiones relacionadas con la mejora de las relaciones con la Presidencia de la ASEAN y los Estados miembros de la ASEAN y la prestación y distribución efectiva de asistencia humanitaria al pueblo de Birmania", según ha hecho saber el Gobierno de Unidad Nacional de Birmania en su cuenta de la red social X.