La UE debate el plan de munición para Ucrania, las relaciones con Palestina y nuevas sanciones a Irán

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Los ministros de Exteriores de la Unión Europea seguirán este lunes las discusiones para reforzar el envío de munición de artillería a Ucrania, así como la situación en Oriente Próximo en el primer diálogo de alto nivel con Palestina, en una sesión en la que aprobará nuevas sanciones contra Irán por sus acciones hostiles al bloque.

La cita de Luxemburgo busca reflotar la iniciativa de la Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas, para suministrar dos millones de piezas de artillería para Ucrania, tras la falta de consenso entre los 27 para un plan más ambicioso, que llegaba hasta 40.000 millones en ayuda a Kiev este año.

El problema con el que se encuentra la ex primera ministra estonia es el reparto de la financiación del plan, presupuestado en 5.000 millones, de acuerdo al peso económico de cada Estado miembro. De hecho, fuentes diplomáticas ven con escepticismo que la reunión del lunes logre desbloquear el plan, aunque esperan que al menos sirva para promover nuevas contribuciones a Ucrania, toda vez los países de la UE tendrán que seguir suministrando munición al Ejército ucraniano ante la continuación del conflicto.

La división en el seno de la UE reside en hacer un plan estructurado que obligue a los países a aportar una cantidad fijada de ayuda en lugar de las contribuciones voluntarias que defienden países como Francia, Italia o España.

"El dinero siempre será un problema. Pero por eso queremos compartir la carga, aparentemente no es esta la idea de algunos, pero no podemos dejar que cinco o seis países europeos paguen todo el apoyo de municiones para Ucrania. Simplemente no está bien", ha lamentado una delegación europea favorable al plan de Kallas al defender que establece un marco institucional para mantener la asistencia a Kiev.

En realidad la UE lleva meses enfrascada en este debate. Ya en 2023 el predecesor de Kallas en el puesto, Josep Borrell, propuso un plan para dedicar 20.000 millones anuales a Ucrania a la vista de las necesidades futuras de armamento, una iniciativa que los 27 rebajaron para acordar finalmente destinar 5.000 millones en ayuda inmediata a Kiev, justo cuando el Congreso estadounidense bloqueó una importante partida de fondos a Ucrania.

Posteriormente el escenario se repitió en 2024 en el seno de la OTAN, cuando el entonces secretario general, Jens Stoltenberg, en sus últimos meses en el cargo puso sobre la mesa un apoyo estructurado multianual de 100.000 millones que los aliados dejaron reducido a un plan de 40.000 millones para aquel año y sin compromisos futuros.

DIÁLOGO DE ALTO NIVEL CON PALESTINA

En Luxemburgo tendrá lugar además la primera reunión del diálogo político de alto nivel con Palestina, una cita con la que la UE ensalza las relaciones con la Autoridad Palestina al situarla en el mismo plano que un tercer país, cuando intenta aumentar el apoyo internacional al plan árabe para el futuro de Gaza.

En Bruselas destacan la estrecha relación con la Autoridad Palestina, del que la UE es el principal donante, y esperan que la reunión sirva para tratar la situación en Gaza tras retomar Israel su ofensiva, así como el futuro de la Franja, donde los 27 apuntan a la Autoridad Palestina para desempeñar un papel relevante.

Sobre la mesa estará la toma de más sanciones contra colonos extremistas responsables de casos de violencia en Cisjordania, un debate en el que varios Estados miembros ligan avanzar también con nuevas restricciones contra Hamás.

Aunque las relaciones con Teherán no están formalmente en la agenda de la reunión, sobre la cabeza de los ministros sobrevolará la reunión entre Estados Unidos e Irán sobre la cuestión nuclear, mientras la UE adoptará nuevas sanciones contra el régimen de los ayatolás por sus acciones hostiles contra los 27, como el encarcelamiento injustificado de ciudadanos europeos para negociar intercambios con presos iraníes en Europa.

"Irán es un país que nos preocupa. Además de la política de rehenes, está la entrega de armas a Rusia, la situación de los Derechos Humanos, la situación en la región, y, por supuesto, el programa nuclear. La lista es larga", explica una fuente europea respecto al enfoque hacía al régimen iraní.

En medio de la tensión entre Washington y Teherán para que Irán no desarrolle su programa nuclear, en la capital comunitaria valoran las negociaciones indirectas en Omán y esperan que puedan dar frutos, mientras que Reino Unido, Alemania y Francia se reservan la opción de invocar en el mes de junio la cláusula para retomar las sanciones contra Irán en Naciones Unidas.