HRW acusa al Gobierno sursudanés de posibles crímenes de guerra por ataques a civiles

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El Cairo, 10 abr (EFE).- Human Rights Watch (HRW) acusó este jueves al Gobierno de Sudán del Sur de cometer presuntos "crímenes de guerra" por el uso de "armas incendiarias lanzadas desde el aire", que "mataron y quemaron a decenas de personas, incluidos niños, y destruyeron infraestructura civil en el estado del Alto Nilo".

"El uso de estas armas por parte del Gobierno en zonas pobladas podría constituir crímenes de guerra", denunció la ONG de derechos humanos en un comunicado, en el que pidió a las Naciones Unidas establecer bases temporales en zonas de alto riesgo en el país africano.

La organización, asimismo, recogió testimonios que informaron del "uso de armas incendiarias improvisadas en al menos cuatro ataques en las ciudades de Nasir, Longechuk y Ulang, en el estado del Alto Nilo, que causaron la muerte de al menos 58 personas y quemaduras graves a otras".

La zona fue azotada este mes de marzo por una ola de violencia sin precedentes desde la guerra civil sursudanesa (2013-2018), después de un ataque de la milicia denominada Ejército Blanco contra una guarnición de las tropas gubernamentales en la ciudad de Nasir el pasado 4 de marzo.

Eso desató una serie de asesinatos, arrestos y una campaña de bombardeos de las fuerzas gubernamentales en Nasir, en los que hubo "apoyo técnico" de Uganda.

Por ello, HRW solicitó a la misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS) "responder de forma proactiva al deterioro de la situación", que el Consejo de Seguridad debe instar al Gobierno sursudanés a que "cese sus ataques ilegales", y pidió el "despliegue urgente de fuerzas de paz en las zonas afectadas".

"Estas armas han matado a decenas de personas, incluidos niños, y han dejado a los supervivientes con graves quemaduras que les causan daños a largo plazo", declaró Nyagoah Tut Pur, investigadora sobre Sudán del Sur de HRW.

Asimismo, la organización describió que estas "armas incendiarias causan quemaduras graves y otras lesiones físicas, que pueden causar daño psicológico", y "provocan incendios que pueden destruir indiscriminadamente bienes de carácter civil".

"El uso de estas armas en zonas pobladas viola el derecho internacional humanitario y, si se realiza con intención delictiva, constituye un crimen de guerra", zanjó el comunicado.

Tut instó al "Gobierno cesar de inmediato el uso indiscriminado de armas incendiarias contra las comunidades y facilitar el acceso seguro a la ayuda humanitaria", y reclamó a la comunidad internacional "presionar" para proteger a los civiles. EFE