Amnistía alerta de que la interrupción de la ayuda de EEUU pone en peligro a millones de personas en Yemen

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La ONG Amnistía Internacional (AI) ha alertado este jueves de que la "interrupción repentina e irresponsable" de la entrega de ayuda humanitaria por parte de Estados Unidos "agrava la crisis humanitaria" y pone en peligro a millones de personas en Yemen, que sigue sumida en una guerra que comenzó hace ya más de una década.

"Yemen sigue enfrentándose a una de las peores crisis humanitarias del mundo", ha indicado la organización en un comunicado en el que ha explicado que la falta de financiación por parte de Washington ha supuesto la "interrupción de servicios de asistencia y protección de primera necesidad, como el tratamiento frente a la desnutrición para niños, mujeres embarazadas y madres lactantes".

"La interrupción repentina e irresponsable de la ayuda estadounidense tendrá consecuencias catastróficas sobre los grupos más vulnerables y marginados de Yemen, incluidas las mujeres y las niñas, los menores y las personas internamente desplazadas, ya que pondrá en peligro su seguridad, su dignidad y sus derechos humanos fundamentales", ha afirmado Diala Haidar, investigadora de Amnistía Internacional para Yemen.

En este sentido, ha afirmado que "a menos que el país restablezca de inmediato la financiación para prestar ayuda de primera necesidad", la situación humanitaria en Yemen "se deteriorará aún más y millones de personas se quedarán sin el apoyo que tanto necesitan".

"Otros Estados donantes también deben actuar urgentemente para cumplir sus obligaciones en materia de Derechos Humanos y proporcionar asistencia humanitaria", recoge el texto, que recalca que el país se ha convertido en el escenario de la quinta mayor crisis de desplazamiento a escala mundial. Actualmente, se estima que los desplazados ascienden a 4,8 millones de personas en todo el país, según datos de la ONU.

Asimismo, Amnistía ha recordado que durante los últimos años, Estados Unidos ha sido el "mayor donante" de ayuda a Yemen, con una aportación de 768 millones de dólares (unos 693 millones de euros), lo que equivale a la mitad del plan de respuesta humanitaria coordinada de Yemen.

"Las medidas de Estados Unidos dirigidas contra las autoridades hutíes de facto deberían prever exenciones claras y efectivas para las operaciones de ayuda humanitaria y el suministro de artículos de primera necesidad. La mayoría de la población civil que necesita ayuda urgente vive en zonas controladas por los hutíes en el norte de Yemen", ha recordado Haidar.

Es por ello que ha resaltado que la designación de los rebeldes como organización terrorista por parte de Washington "no debería suponer un obstáculo a la prestación de ayuda y otros suministros indispensables para mantener a las personas con vida".

AUMENTO DE LAS OPERACIONES MILITARES

A esto se suma, según ha explicado, el aumento de las operaciones militares de Estados Unidos contra territorio yemení desde el pasado 15 de marzo, lo que ha dejado nuevas baterías de ataques aéreos contra objetivos de los hutíes en el país, especialmente en Saná, Saada y Hodeida.

"La población de Yemen, hambrienta, desplazada y exhausta por la violencia, vivía ya una de las crisis humanitarias más graves del mundo. La escalada de las fuerzas armadas en Yemen, junto con la suspensión de la ayuda estadounidense, agravará el desastre humanitario al que se enfrenta una población que trata aún de recuperarse de un prolongado conflicto. No tiene por qué ser así: Estados Unidos debe reanudar de inmediato el financiamiento de estos programas", ha declarado Diala Haidar.

"Nos hemos visto obligados a tomar decisiones de vida o muerte", ha recordado en relación con la orden ejecutiva firmada el 20 de enero por el presidente estadounidense, Donald Trump, que ha paralizado toda la ayuda al exterior.

Esto ha obligado a las organizaciones humanitarias a "tomar decisiones imposibles sobre la entrega de servicios de primera necesidad sin recibir indicaciones claras de las agencias estadounidense, como USAID", ha sostenido, antes de afirmar que la suspensión de estas ayudas supone no solo "acabar con los proyectos" sino "silenciar las voces de las víctimas" y "debilitar la justicia yemení".