Las autoridades gazatíes rechazan el plan de Israel de distribuir ayuda humanitaria en la Franja de Gaza

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Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han rechazado este martes el mecanismo propuesto por las autoridades israelíes para distribuir la ayuda humanitaria en el enclave palestino porque, según denuncian, "perpetúa el control político y el chantaje" y atribuye esta labor a "soldados o empresas privadas" vinculadas a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en lugar de Naciones Unidas.

"La ocupación israelí intenta imponer propuestas y mecanismos peligrosos para distribuir la ayuda humanitaria a nuestro pueblo asediado y afligido en la Franja de Gaza. Estas propuestas implican que soldados de la ocupación israelí o empresas privadas afiliadas a ellos distribuyan la ayuda directamente a las familias palestinas", ha denunciado en un comunicado la Oficina de Medios del Gobierno de la Franja de Gaza.

Las autoridades gazatíes han expresado su rechazo "en forma y fondo" asimismo porque "perpetúa una realidad de control político y chantaje y supone una amenaza directa para la vida de los civiles, al obligarles a desplazarse a puntos de distribución seguros, selectivos y plagados de riesgos para la seguridad, que amenazan directa y gravemente sus vidas".

Además, lo han considerado como "una violación flagrante del Derecho Internacional Humanitario", puesto que el mecanismo propuesto por el Ejecutivo del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu "contradice los principios fundamentales de la acción humanitaria: neutralidad, integridad, independencia y humanidad".

En esta línea, ha acusado a las autoridades israelíes de tratar "de conferir una falsa legitimidad a su ocupación ilegal y de eludir sus responsabilidades como potencia ocupante", por lo que les han hecho "plenamente responsables (...) de cualquier retroceso humanitario o catástrofe sanitaria o alimentaria que pueda derivarse" del bloqueo de la ayuda en el enclave.

El Gobierno de Gaza ha aprovechado para hacer un llamamiento a la comunidad internacional en su conjunto "para que intervengan urgentemente, rechacen este peligroso mecanismo y afirmen el papel continuado de Naciones Unidas en la distribución de la ayuda, ya que es el organismo internacional en el que más se confía y el más comprometido con las normas humanitarias".

Asimismo, ha pedido a "todos los países" y en particular a los Estados árabes e islámicos "que expresen su absoluto rechazo a las peligrosas propuestas presentadas por" Israel, y ha solicitado a los países donantes "que no canalicen su ayuda a través del inaceptable" mecanismo y, en su lugar, lo hagan "a través de canales humanitarios fiables" como la ONU.

Estas palabras llegan días después de que el Coordinador de Actividades del Gobierno en los Territorios (COGAT), la autoridad militar israelí encargada de los territorios palestinos, defendiera un nuevo "mecanismo" de supervisión y entrada de la ayuda diseñado "para evitar que Hamás se apodere de los suministros humanitarios y garantizar que las operaciones de las organizaciones sigan siendo neutrales e imparciales".

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha asegurado este martes que las agencias de la ONU "están listas" para cumplir su cometido, si bien "los nuevos mecanismos de autorización" impulsados por Israel "corren el riesgo de limitar la ayuda hasta la última caloría o grano de harina".

"No participaremos en ningún acuerdo que no respete plenamente los principios humanitarios: humanidad, imparcialidad, independencia y neutralidad. Debe garantizarse el acceso humanitario sin trabas y los trabajadores tienen que recibir protección en virtud del Derecho Internacional", ha sentenciado ante la prensa desde Nueva York.

El Gobierno de Israel ordenó el 18 de marzo al Ejército que adoptara "medidas enérgicas" contra Hamás después de acusar al grupo de "rechazar todas las ofertas" de los mediadores y ante sus supuestos preparativos para lanzar ataques, si bien el grupo ha negado que estuviera planeando asaltos y ha afirmado incluso que había llegado a aceptar el plan presentado por Washington.

Hamás ha insistido en ceñirse a los términos originales del acuerdo, que debió entrar hace semanas en su segunda fase, incluida la retirada de militares israelíes de Gaza y un alto el fuego definitivo a cambio de la liberación del resto de rehenes que siguen con vida, si bien Israel ha dado marcha atrás y ha insistido en la necesidad de acabar con el grupo, negándose a iniciar los contactos para esta segunda etapa.