Bangkok, 7 abr (EFE).- El teletrabajo centró este lunes la campaña electoral en Australia de cara a los comicios del 3 de mayo, después de que la oposición admitiera el "error" de comprometerse a terminar con esta práctica en el sector público.
En una reñida campaña, muy marcada por la guerra comercial y el alto precio de la vivienda, la oposición conservadora había propuesto terminar con el teletrabajo para apostar por la eficiencia, pero la impopularidad de la medida ha hecho que la coalición Liberal-Nacional, de un giro diez días después de que se convocaran los comicios.
El líder de la oposición, Petter Dutton, reconoció hoy en una rueda de prensa la impopularidad creada por su compromiso al constatar el rechazo de parte de su electorado.
"Hemos cometido un error", declaró a los medios Dutton al pedir disculpas públicas.
El gobernante Partido Laborista aprovechó el traspié de la oposición para intentar arañar votos con la intención de mantenerse en el poder.
"Peter Dutton quiere que trabajes más por menos y que dejes de trabajar desde casa. Los Laboristas siempre protegeremos tus derechos laborales", dijo en X el primer ministro, Anthony Albanese, quien busca la reelección para un mandato de tres años.
Conforme a un sondeo de la consultora Newspoll publicado hoy, en la que solo tienen en cuenta a laboristas y la coalición liberal-nacional, el partido de Albanese es apoyado por el 52 por ciento de los australianos, frente al 48 % que prefiere a la oposición.
La campaña, que según los expertos podría terminar en que ninguna de las dos plataformas alcance la mayoría absoluta, gira principalmente en torno a aspectos económicos, la vivienda y el aumento del coste de vida.
El líder de la coalición conservadora también modificó hoy su promesa de hacer recortes entre los funcionarios con el objetivo de mejorar la eficiencia del sector público, en semejanza a la política aplicada por el presidente estadounidense, Donald Trump, tras llegar al poder en enero.
Dutton remarcó que no habrá despidos y dijo en su lugar que algunos de los puestos de trabajo que vayan quedando vacantes no se reemplazarían.
Según analistas, el cambio de rumbo ha puesto en cuestión la pregunta sobre cómo la oposición planea sufragar sus compromisos electorales para mejorar la calidad de vida de los australianos. EFE