
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) estima que todavía quedan en Siria más de un centenar de instalaciones de armas químicas pertenecientes al antiguo régimen del depuesto presidente del país, Bashar al Assad.
Al Assad ha sido acusado de su empleo durante la guerra civil pero el mandatario siempre ha negado toda responsabilidad y señalado por contra a los grupos rebeldes y yihadistas que se asumieron el control de algunos de estos arsenales durante el conflicto.
Dada la presión internacional sobre su uso contra la población civil, el régimen de colaboró con la OPAQ para eliminar al menos parte de su arsenal. El número que estima ahora mismo la organización que dirige el español Fernando Arias excede con diferencia al ofrecido en su momento por el depuesto gobierno de Al Assad.
Al Assad, concretamente, entregó a la OPAQ la ubicación de 27 almacenes durante el comienzo de la guerra, en 2011, pero continuó utilizando armas químicas como gas sarín o gas de cloro hasta al menos 2018, y las investigaciones han demostrado que, hasta entonces, su gobierno siguió importando precursores químicos esenciales.
La estimación de ahora, explican fuentes de la OPAQ al 'New York Times', procede de estudios independientes, organizaciones no gubernamentales y datos de inteligencia procedentes de su Estados miembro.
De acuerdo con las fuentes del medio, ahora mismo también se desconoce la eficacia de los ataques que Israel está lanzando desde hace semanas contra supuestas instalaciones químicas abandonadas por el depuesto régimen.
A los pocos días de la caída de Al Assad, la OPAQ se puso en contacto con una representación de las nuevas autoridades, encabezadas por el antiguo líder yihadista y ahora presidente de transición, Ahmed al Shara, para trasladarle todas estas preocupaciones y se ha ofrecido a colaborar "con las autoridades relevantes en Siria" y con los "socios internacionales" para esclarecer las dudas pendientes y evitar riesgos.
El mes pasado, el ministro de Exteriores sirio, Asaad Hasan al Shaibani, protagonizó un viaje a la sede de la OPAQ en La Haya para garantizar, ante el Consejo Ejecutivo de la organización internacional, el compromiso de las nuevas autoridades para "destruir cualquier remanente del programa de armas químicas desarrollado bajo el régimen de Al Assad poner fin a este doloroso legado, hacer justicia a las víctimas y garantizar un cumplimiento riguroso del derecho internacional".
"Siria está dedicada a esta tarea con un firme compromiso y necesitará el apoyo de la comunidad internacional, con la OPAQ, para lograrlo", añadió el ministro.
Durante su visita a Damasco, Arias presentó a las autoridades provisionales sirias un Plan de Acción de 9 puntos de la Secretaría para Siria, que establece la elaboración de un inventario de sitios, equipos, municiones, sustancias químicas, documentos, personas e instalaciones; la declaración de todos los elementos del programa sirio de armas químicas para lograr su eliminación verificable; y establecer, mediante una cooperación reforzada, el cumplimiento a largo plazo de la Convención sobre las Armas Químicas (CAQ).