Angola propone a Togo como nuevo mediador de la UA en el conflicto del este de la RDC

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Adís Abeba, 5 abr (EFE).- El presidente de Angola, João Lourenço, quien hasta ahora desempeñaba el rol de mediador de la Unión Africana (UA) en el conflicto del este de la República Democrática del Congo (RDC), propuso este sábado a su homólogo de Togo, Faure Gnassingbé, como su sucesor tras renunciar a la tarea.

Lourenço, a cargo de la presidencia temporal de la UA, convocó este sábado la primera reunión de la mesa de la Asamblea del bloque -órgano supremo de adopción de decisiones de la organización panafricana integrada por los mandatarios de los 55 Estados miembros- con el fin de designar a un nuevo mediador para el conflicto entre la RDC y Ruanda.

Según un comunicado difundido por la UA, el mandatario angoleño informó durante la reunión, que se celebró de manera virtual, de que las consultas preliminares con Gnassingbé “habían arrojado una respuesta positiva”, que, no obstante, estará sujeta al acuerdo formal de la Asamblea de jefes de Estado y de Gobierno de la organización.

Angola anunció el pasado 24 de marzo que renunciaba a su papel de mediador, dos meses después de asumir la presidencia de la UA, debido a sus responsabilidades y compromisos ampliados: “Angola considera la necesidad de liberarse de la responsabilidad de mediador en este conflicto en el este de la RDC”, dijo la Presidencia angoleña.

En la reunión participaron el presidente de Ghana, John Dramani Mahama; el de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani; el vicepresidente de Burundi, Prosper Bazombanza; el ministro de Asuntos Exteriores de Tanzania, Mahmoud Thabit Kombo; y el presidente de la Comisión de la UA, Mahmoud Ali Youssouf.

Youssouf declaró que la Comisión tomará las “medidas necesarias” para seguir el procedimiento y respaldar la nominación del presidente de Togo ante la Asamblea de la UA mediante el "procedimiento de silencio”.

El conflicto del este de la RDC escaló a finales del pasado enero, cuando el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) tomó Goma, capital de Kivu del Norte, y Bukavu, capital de Kivu del Sur, ambas fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamentales para la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.

Desde la intensificación de la ofensiva M23, apoyado por Ruanda -según las Naciones Unidas y países como EE.UU., Alemania y Francia-, cerca de 1,2 millones de personas se han visto desplazadas en estas dos provincias, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU.

Además, los enfrentamientos que estallaron en Goma y alrededores dejaron más de 8.500 muertos en enero, detalló a finales de febrero el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba.

La actividad armada del M23, un grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994, se reanudó en Kivu del Norte en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño.

Desde entonces, ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores a una posible guerra regional.

El este de la RDC está sumido, desde 1998, en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE