Abogada de las víctimas: la libertad provisional de Duterte le permitiría intimidar a los testigos

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Manila, 19 mar (EFE).- La puesta en libertad provisional del expresidente filipino Rodrigo Duterte, en custodia de la Corte Penal Internacional (CPI) tras ser acusado de crímenes contra la humanidad, le permitirá intimidar a testigos, denunció este miércoles la abogada Kristina Conti, una de las representantes de las familias de las víctimas de la guerra contra las drogas.

"No estamos de acuerdo con eso porque supone un riesgo para la seguridad, no sólo de las víctimas en general, sino para testigos específicos", afirmó en una entrevista telefónica a EFE la letrada, miembro de la Unión Nacional de Abogados por el Pueblo (NUPL) que apoyó la denuncia de Duterte ante la CPI.

"Estamos hablando de testigos internos. Estos serían sus antiguos compinches, sus antiguos subordinados", añadió Conti.

Hace exactamente una semana, Duterte fue arrestado en Filipinas y trasladado a La Haya después de que la CPI ordenara su detención al acusarlo del crimen de lesa humanidad de asesinato en el marco de su guerra contra las drogas.

Duterte compareció el pasado viernes ante la CPI, una sesión en la que se le informó de sus derechos y del crimen del que se le acusa, antes del comienzo oficial del juicio el próximo 23 de septiembre.

El expresidente fue informado entonces de su derecho a presentar una solicitud de libertad provisional a la espera de juicio, aunque Conti afirmó que la posibilidad de que la CPI le libere de su custodia es "poco probable".

"Ningún acusado de alguno de los cuatro crímenes mayores del tribunal, incluidos los crímenes contra la humanidad, ha sido puesto en libertad, así que es poco probable por jurisprudencia", dijo.

Durante el mandato de Duterte (2016-2022) murieron unas 6.000 personas en operativos antidroga y ejecuciones extrajudiciales, según cifras de la Policía, aunque ONG locales elevan la cifra hasta las 30.000.

El expresidente retiró a Filipinas de la CPI en 2019 para evitar ser implicado en una investigación sobre la guerra contra las drogas que lanzó durante su mandato. Sin embargo, el tribunal consideró que tiene jurisdicción para examinar supuestos delitos ocurridos cuando el país todavía era miembro del organismo.

Manila, 19 mar (EFE).- La detención del expresidente filipino Rodrigo Duterte por orden de la Corte Penal Internacional (CPI) hace una semana ha desatado una campaña de acoso en línea de sus seguidores hacia familiares de víctimas de la guerra contra las drogas y sus abogados, denunció este miércoles la Unión Nacional de Abogados por el Pueblo (NUPL).

"Denunciamos enérgicamente la campaña orquestada de desinformación, acoso y violencia de género en línea contra la abogada Kristina Conti, las familias de las víctimas de la guerra contra las drogas y otros defensores de los derechos humanos", afirmó en un comunicado la organización, que apoyó la denuncia de Duterte ante la CPI y a la que pertenece la letrada.

La NUPL afirmó que el arresto en Filipinas del expresidente, y su posterior transferencia a La Haya, han desatado una "ola de amenazas misóginas" contra la abogada y las "viudas, madres e hijas" de las miles de víctimas de la sangrienta guerra contra las drogas de Duterte.

Los ataques fueron impulsados por "la red de troles y facilitadores de Duterte" para "silenciar a quienes buscan justicia y obstruir los procedimientos en curso" ante la CPI, consideró el sindicato.

Conti denunció, en la red social X, los "ataques coordinados" de los seguidores del expresidente. "Duterte sigue siendo quien saca lo peor de los filipinos", lamentó la abogada. Estos ataques en línea en Filipinas se unen a otros contra la jueza de la CPI Iulia Motoc, que preside el caso contra Duterte, en sus redes sociales.

La NUPL subrayó que la campaña "refuerza el argumento de que se le debe negar la libertad provisional a Duterte" debido a su "historial de incitación a la violencia, fomento de una cultura de impunidad y estímulo del acoso selectivo".

Duterte fue arrestado en Filipinas y trasladado a La Haya hace exactamente una semana, después de que la CPI emitiera una orden secreta de arresto acusándolo del crimen de lesa humanidad de asesinato en el marco de su guerra contra las drogas.

Durante su mandato (2016-2022) murieron unas 6.000 personas en operativos antidroga y ejecuciones extrajudiciales, según cifras de la Policía, aunque ONG locales elevan la cifra hasta las 30.000.

El expresidente retiró a Filipinas del organismo en 2019 para evitar ser implicado en una investigación sobre la guerra contra las drogas que lanzó durante su mandato (2016-2022). Sin embargo, el tribunal consideró que tiene jurisdicción para examinar supuestos delitos ocurridos cuando el país todavía era miembro de la CPI.

Duterte compareció el pasado viernes ante la CPI, una sesión en la que se le informó de sus derechos y de la acusación del crimen de lesa humanidad de asesinato antes del comienzo oficial del juicio el próximo 23 de septiembre.