Un tribunal español desestima la demanda contra la empresa Repsol por supuesto 'greenwashing'

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 Redacción Medioambiente, 25 feb (EFE).- Un tribunal español desestimó la demanda interpuesta por la empresa energética Iberdrola contra su compañera de sector, Repsol, en la que la acusaba de competencia desleal por un supuesto blanqueo ecológico o 'greenwashing' en su publicidad.

En la resolución del juzgado, dada a conocer este martes, el juez señala que "no se acredita" que la publicidad y la página web de Repsol puedan inducir a error "sobre la naturaleza de una compañía hoy multienergética, pero fundamental y tradicionalmente petrolera".

Se trata de la primera sentencia de un tribunal español sobre la práctica de "ecopostureo" entre dos empresas, una práctica publicitaria donde las empresas tratan de mejorar su imagen a través de una supuesta ecología y sostenibilidad que no es del todo o parcialmente real.

El caso se remonta a febrero de 2024, cuando Iberdrola, multinacional europea líder en energías renovables, presentó la demanda alegando que Repsol se estaba publicitando como un grupo sostenible, líder en la transición energética.

La demandante le reprochaba que, pese a promocionar iniciativas sostenibles, en su oferta multiproducto buscara fomentar el uso de carburantes, y afeaba que, por mucho que centrara su publicidad en la sostenibilidad, esta era un "elemento menor de sus actividades".

Durante el juicio, que se celebró el pasado noviembre, Repsol negó tales acusaciones, y defendió su compromiso con la transición energética así como el esfuerzo de la empresa para dar una alternativa a los hidrocarburos.

Ahora, el titular del juzgado español encargado del caso alega que el consumidor español, "de un modo casi universal", conoce a Repsol y asocia su actividad a estaciones de servicio y venta de combustibles, por lo que su identificación con energías renovables y la incidencia de estos aspectos en la decisión de compra "son residuales".

En cuanto a las campañas objeto de debate de Repsol, considera que "no tratan de actuar sobre la compra de vehículos, sino de suministrar energía (fósil o eléctrica) a los existentes".

"No parece" que la oferta "pueda producir el efecto de que cada consumidor emplee más combustibles fósiles", sino de atraer, con descuentos, a nuevos clientes, tanto de ese producto como de recarga eléctrica, prosigue.

Tampoco aprecia ningún reclamo medioambiental en eslóganes como "cuantas más energías contratas, más ahorras", puesto que el mensaje "es de ahorro sumando tipos de energías contratados".

Al contrario de lo ocurrido este martes en el caso Iberdrola frente a Repsol, existen multitud de empresas en el mundo que han sido denunciadas, y finalmente condenadas, por este motivo.

La empresa canadiense Keurig, conocida por sus cápsulas de café de un solo uso, fue denunciada por hacer afirmaciones falsas y dar información engañosa a los consumidores sobre la posibilidad de reciclar las cápsulas.

La agencia canadiense de la competencia le impuso en enero de 2022 una multa de tres millones de dólares canadienses (dos millones de euros) y una donación de 800.000 dólares canadienses (más de 500.000 euros) a una organización benéfica relacionada con el medioambiente.

En el Reino Unido, el organismo regulador de la publicidad prohibió la emisión de un anuncio televisivo de la marca de batidos y zumo propiedad de Coca-Cola, Innocent Drinks, por considerarlo publicidad engañosa.

La publicidad decía “Innocent. Pequeñas bebidas con grandes sueños para un planeta más saludable”, dando la impresión de que el consumo de sus productos contribuía a un planeta más saludable, pero sin pruebas concretas de ello.

En el caso WisdomTree, esta sociedad de inversión estadounidense declaraba públicamente que no invertía en fondos o sociedades contrarios al medioambiente. Sin embargo, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de EEUU determinó en octubre de 2024 que no tenía políticas ni procedimientos ‘eco’ y sancionó a la empresa con 4 millones de dólares (unos 3.800.000 euros).