El Parlamento renueva sus directivas para el tramo final del Gobierno de Lula

Los nuevos presidentes del Senado y la Cámara de Diputados serán elegidos este sábado, marcando el rumbo político del Gobierno de Lula en su mandato final, con la mirada en las elecciones 2026

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Brasilia, 31 ene (EFE).- El Parlamento brasileño renovará este sábado sus directivas, en un proceso que definirá la relación del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva con el Poder Legislativo en el tramo final de su mandato, que concluye a fines del año próximo.

El Senado y la Cámara de Diputados, tras un receso de un mes por fin de año, han sido convocados para este sábado a fin de elegir a sus nuevos presidentes y a los miembros de sus mesas directivas, que según todos los pronósticos seguirán en manos de los mayoritarios sectores conservadores moderados.

En ambos casos, se espera que sean elegidos parlamentarios del grupo de partidos conocido como "centrón", que funciona como fiel de la balanza política brasileña y oscila sin ningún pudor ideológico entre la izquierda que apoya a Lula y la ultraderecha liderada por el expresidente Jair Bolsonaro.

En el Senado, el claro favorito es Davi Alcolumbre, del partido Unión Brasil y quien ya presidió la cámara alta entre 2019 y 2021, en coincidencia con los dos primeros años del mandato de Bolsonaro, quien le ha declarado públicamente su apoyo, igual que lo ha hecho, aunque con menos estridencia, la base oficialista.

Otros cuatro candidatos disputarán la presidencia del Senado con Alcolumbre, aunque con escasas posibilidades.

Son la centrista Soraya Thronicke y, respaldados por diversos partidos de derecha, los senadores Eduardo Girão, Marcos do Val y Marcos Pontes, quien llegó a ser ministro de Ciencia y Tecnología con Bolsonaro y ha sido objeto de duras críticas del exmandatario por insistir en su candidatura.

El escenario en la Cámara de Diputados es similar y despunta la candidatura de Hugo Motta, centrista conocido por su pragmatismo y quien se presenta apoyado también por el oficialismo de Lula y la oposición bolsonarista.

En este caso, hay disidencias por izquierda y por derecha. El Partido Socialismo y Libertad (PSOL) postula al diputado Henrique Vieira, y un grupo conservador al ultra Marcel Van Hattem.

La renovación de las directivas de las cámaras legislativas se dará en momentos en que el universo político brasileño ya comienza a discutir las elecciones presidenciales de octubre de 2026.

En la práctica, por esos comicios, Lula tiene por delante un año y medio de Gobierno efectivo, ya que a mediados de 2026 el país se sumergirá en campaña, con aspirantes todavía inciertos.

Lula sería candidato natural a la reelección, pero cumplirá 81 años en pleno proceso electoral y su salud ha dado algunos avisos, como la hemorragia intracraneal que sufrió el año pasado tras caerse y golpearse la nuca en su residencia oficial.

Bolsonaro no tiene rivales en la extrema derecha y su figura atrae hasta a los conservadores más moderados, pero ha sido inhabilitado por la Justicia electoral por abusos cometidos en la campaña de 2022, cuando buscaba la reelección frente a Lula.

Además, la Corte Suprema pudiera juzgarlo este mismo año por unas presuntas conspiraciones golpistas para impedir la investidura de Lula, con lo cual su futuro político está en vilo.

Sin embargo, el bolsonarismo trabaja en las cámaras legislativas para intentar aprobar una amnistía por esos hechos, que en caso de ser aprobada pudiera permitirle una nueva candidatura ya en 2026.

Esa posibilidad, aunque pudiera ser contestada jurídicamente, sería viable desde la política, si fuera impulsada por las nuevas directivas parlamentarias que serán elegidas en los próximos días.

En el caso de Lula, esas nuevas directivas serán fundamentales para la aprobación de proyectos del Gobierno en su tramo final, que reforzarían una posible reelección del líder progresista o la candidatura de quien elija como eventual sucesor. EFE